El nuevo informe “How to Set Sustainability Strategy in 2025” propone un marco práctico para que las empresas gestionen los crecientes desafíos del entorno ESG y consoliden la sostenibilidad como disciplina clave de negocio. La importancia de una gestión estratégica basada en lo que denominan Sustainability Tension Management (STM).

En un contexto marcado por la incertidumbre regulatoria, el retroceso de políticas climáticas en algunos mercados y un entorno de creciente escepticismo hacia las estrategias ESG, muchas compañías se enfrentan a un dilema: cómo avanzar en sostenibilidad sin poner en riesgo el negocio. El informe “How to Set Sustainability Strategy in 2025”, elaborado por los consultores Steve Rochlin (Impact ROI) y Jeff Senne (Sandbar Solutions), propone como respuesta convertir la sostenibilidad en una competencia de gestión estratégica basada en lo que denominan Sustainability Tension Management (STM).
El documento se basa en entrevistas a más de 30 Chief Sustainability Officers (CSOs) y líderes de sostenibilidad de empresas globales —tanto B2B como B2C— con ingresos superiores a los mil millones de dólares. En él, se presenta un enfoque en cinco etapas para estructurar una estrategia sostenible que genere impacto real y fortalezca el desempeño financiero.
Del compromiso al rendimiento: el valor del enfoque STM
El STM propone gestionar activamente las tensiones inherentes entre resultados económicos, impacto ambiental y contribución social. Según el informe, las compañías que aplican este modelo tienen:
- 83% más probabilidades de obtener resultados positivos en innovación sostenible y desarrollo de nuevos productos.
- 44% más probabilidades de lograr avances en eficiencia energética.
- 40% más probabilidades de tener éxito en la gestión responsable de su cadena de suministro.
Este enfoque no parte del idealismo, sino de una lógica empresarial: “Las tensiones no se eliminan, se administran. Las empresas que lo entienden mejoran su posicionamiento competitivo”, afirman los autores.
Una hoja de ruta en cinco pasos
El STM se estructura en cinco pasos diseñados para construir una estrategia de sostenibilidad robusta, alineada con los objetivos del negocio:
- Activar el ecosistema de stakeholders internos y externos. Implica identificar a los actores clave y redefinir el rol del CSO como parte del núcleo estratégico del negocio, no como una función periférica.
- Reconocer los arquetipos de sostenibilidad de la organización. A través del análisis de seis perfiles recurrentes (desde el “box checker” que busca cumplir mínimos hasta el “innovation driven” que apuesta por nuevos modelos de negocio), las empresas pueden entender cómo sus líderes y equipos perciben el rol de la sostenibilidad.
- Responder preguntas clave que orienten la estrategia ¿Qué tan importante es la percepción como actor sostenible? ¿Hay oportunidades de mercado aún no capturadas? ¿Qué tendencias representan riesgos reales?
- Desarrollar una propuesta de valor coherente con el arquetipo. El valor de la sostenibilidad debe ser articulado de forma concreta, conectando con los objetivos del negocio, la cultura interna y las expectativas del mercado.
- Diseñar pilotos con capacidad de escalar. La implementación debe ser ágil, con iniciativas que permitan aprender rápido, ajustar sobre la marcha y escalar las soluciones más efectivas.
Reencuadrar la sostenibilidad como motor estratégico
Para Rochlin y Senne, la sostenibilidad debe dejar de ser una función operativa para convertirse en un habilitador de ventajas competitivas. La clave está en entender que estamos entrando en una nueva era de impacto, donde la presión social, regulatoria y de mercado exige una respuesta madura y estratégica.
“Las empresas no pueden seguir tratando la sostenibilidad como un ejercicio de cumplimiento. Necesitan construir capacidades para gestionarla como parte del core del negocio”, concluyen los autores.
Los 6 arquetipos que identifica el informe: La investigación encontró seis arquetipos —similares a perfiles de personalidad— que definen cómo líderes y empleados definen el propósito y el rol de la sostenibilidad en su empresa: – Los “box checker”: Utilizan la sostenibilidad para cumplir con expectativas mínimas o básicas. – Los impulsores de la marca y la reputación: Utilizan la sostenibilidad para diferenciar la empresa y su marca ante audiencias clave y grupos de interés. – Los impulores del retorno inmediato: Utilizan la sostenibilidad para mejorar el rendimiento financiero y la ventaja competitiva. – Los enfocados en el impacto y el propósito: Utilizan la sostenibilidad para expresar el propósito y los valores de la empresa. – Los impulsores de la innovación: Utilizan la sostenibilidad para innovar en nuevos modelos de negocio, soluciones y procesos para impulsar la rentabilidad. – Los impulsores de la reducción de riesgos: Utilizan la sostenibilidad para mitigar los riesgos. |