La Comisión Europea anunció que está analizando posponer por un año la entrada en vigor del Reglamento de la Unión Europea sobre Deforestación (EUDR, por sus siglas en inglés), debido a dificultades técnicas en el sistema informático que deberá procesar la información exigida a las empresas. De aprobarse, la medida postergará hasta finales de diciembre de 2026 la aplicación de una de las regulaciones ambientales más ambiciosas del bloque.

Foto: Jessika Roswall, Comisaria de Medio Ambiente de la UE.
El EUDR busca garantizar que productos como café, cacao, soja, carne vacuna, cuero, aceite de palma, caucho y madera, así como derivados —incluidos chocolate, neumáticos y muebles— no provengan de tierras deforestadas ni contribuyan a la degradación forestal. La normativa obliga a las compañías a realizar una trazabilidad completa de las cadenas de suministro, identificando las parcelas de origen y asegurando el cumplimiento de las leyes en los países productores.
La Comisión había aplazado ya en 2024 la aplicación de la norma por doce meses, con el argumento de que tanto socios comerciales como actores europeos requerían más tiempo para prepararse. Ahora, el retraso se justifica en la insuficiencia de la plataforma tecnológica que deberá administrar millones de transacciones en simultáneo. “Pese a los esfuerzos, no podemos garantizar que el sistema pueda manejar la carga prevista sin disrupciones graves para las empresas y las cadenas de suministro”, reconoció la comisionada Jessika Roswall en una carta enviada al Parlamento Europeo.
Impacto en empresas y países productores
El nuevo retraso genera incertidumbre para compañías y gobiernos que ya invirtieron en procesos de adecuación. Algunas empresas han incorporado monitoreo satelital y programas de capacitación a productores, mientras países como Malasia, Ghana y Vietnam desarrollan sistemas nacionales de trazabilidad. En América Latina, sectores como el forestal chileno avanzan en planes de cumplimiento.
La Comisión insiste en que la postergación no busca debilitar la regulación ni responde a presiones externas. “El compromiso con la lucha contra la deforestación se mantiene intacto. La prioridad es garantizar una implementación robusta y efectiva”, subrayó Roswall.
Próximos pasos
La propuesta de retraso será discutida por el Consejo de la Unión Europea, la presidencia danesa y el Parlamento Europeo. Si se aprueba, las grandes empresas deberán cumplir a partir de diciembre de 2026, mientras que micro y pequeñas empresas quedarían sujetas a la norma en junio de 2027.
Organizaciones ambientales, en tanto, llaman a no ceder ante lo que consideran un “vacío político” en plena crisis climática. “No podemos poner en pausa la emergencia climática. Cada demora socava los bosques, la biodiversidad y a las comunidades indígenas que dependen de ellos”, advirtieron desde ClientEarth.