Simplificación y digitalización: los cambios que impulsa EFRAG en los Reportes de la UE

La arquitectura del reporte de sostenibilidad en Europa atraviesa una de sus transformaciones más relevantes desde la entrada en vigor de los Estándares Europeos de Información sobre Sostenibilidad (ESRS). En el lapso de 48 horas, el Grupo Consultivo Europeo en Información Financiera (EFRAG, por sus siglas en inglés) anunció dos decisiones clave: la entrega a la Comisión Europea de su asesoramiento técnico sobre los borradores de los ESRS simplificados y el lanzamiento de una nueva plataforma digital para centralizar toda la información disponible sobre estos estándares.

Foto: Patrick de Cambourg, presidente del Sustainability Reporting Board de EFRAG.

Ambos movimientos forman parte de la iniciativa “ómnibus” de la Comisión Europea para 2025, que busca reducir cargas administrativas sin alterar los objetivos de fondo del Pacto Verde Europeo. En ese marco, la simplificación de los ESRS aparece como una pieza central para mejorar la competitividad de las empresas sin desmantelar las exigencias de transparencia en materia ambiental, social y de gobernanza.

Un recorte del 61% en los datos obligatorios

El 3 de diciembre, EFRAG remitió formalmente su asesoramiento técnico sobre los borradores de los ESRS simplificados. El documento recoge las lecciones aprendidas durante el primer año de aplicación obligatoria de los estándares —el denominado “wave 1” de 2024— y se apoya en una consulta pública que reunió más de 700 aportes de empresas, auditores, reguladores y usuarios de la información.

El principal dato es una reducción del 61% en los puntos de datos obligatorios cuando estos resultan materiales, junto con la eliminación total de las divulgaciones voluntarias. A eso se suma un conjunto amplio de alivios regulatorios, mecanismos de proporcionalidad y esquemas de implementación gradual para los aspectos más complejos del reporte.

Uno de los cambios más sensibles se concentra en la evaluación de materialidad, históricamente señalada por las empresas como una de las etapas más costosas y difíciles de justificar. La nueva versión propone directrices más claras, menor carga documental y un alineamiento más directo con las exigencias de auditoría, con el objetivo de evitar esfuerzos administrativos que no aporten valor informativo real.

También se flexibilizan los requerimientos vinculados a la cadena de valor. Se elimina la preferencia por datos primarios, habilitando un mayor uso de estimaciones, lo que reduce la presión sobre las compañías para recolectar información directa de proveedores y clientes. Según EFRAG, esto permitirá un enfoque más realista en sectores con cadenas globales extensas y fragmentadas.

El rediseño alcanza además a la estructura misma de los estándares: ahora son más breves, más claros y con mayor énfasis en principios, especialmente en lo referido a políticas, acciones y objetivos. La intención declarada es desplazar el enfoque desde el mero cumplimiento formal hacia la utilidad real de la información para los usuarios del mercado.

En paralelo, EFRAG reforzó la interoperabilidad con las normas del International Sustainability Standards Board (ISSB), preservando las divulgaciones comunes y alineando conceptos como los límites de las emisiones de gases de efecto invernadero o los efectos financieros anticipados de los riesgos climáticos. No obstante, el organismo advirtió que algunos alivios introducidos en los ESRS van más allá de lo permitido por el ISSB, lo que obliga a las empresas que buscan cumplir con ambos marcos a extremar cuidados.

La Comisión Europea toma ahora el control del proceso

Con la entrega del asesoramiento técnico, el protagonismo pasa ahora a la Comisión Europea, que deberá preparar el acto delegado para modificar formalmente el primer conjunto de ESRS. EFRAG, por su parte, mantendrá un rol de apoyo a la implementación a través de guías, documentos explicativos, respuestas a consultas frecuentes y materiales educativos.

Chiara Del Prete, presidenta del grupo técnico de reporte de sostenibilidad de EFRAG, afirmó que los estándares enmendados “están listos para los próximos pasos, su adopción”, tras un proceso acelerado que incluyó pruebas piloto y diálogo directo con empresas, auditores y usuarios de la información.

En la misma línea, Patrick de Cambourg, presidente del Sustainability Reporting Board de EFRAG, sostuvo que la simplificación busca “un equilibrio crucial” entre competitividad, reducción de cargas innecesarias y el mantenimiento del liderazgo europeo en finanzas sostenibles.

Un nuevo “hub” digital para navegar la complejidad del sistema

Un día después de la entrega del asesoramiento técnico, el 4 de diciembre, EFRAG presentó oficialmente el ESRS Knowledge Hub, una plataforma digital interactiva diseñada para convertirse en el principal punto de acceso al ecosistema europeo de reporte de sostenibilidad.

Por primera vez, todos los materiales clave vinculados a los ESRS se concentran en un único entorno: los estándares adoptados en 2023, la versión simplificada aprobada por el órgano de sostenibilidad de EFRAG el 28 de noviembre, el estándar VSME para pymes, documentos de apoyo, guías de implementación y referencias normativas.

La plataforma permite una navegación interactiva entre los distintos textos, con enlaces directos a la legislación de la Unión Europea y a normas internacionales. También incorpora información sobre los debates en curso dentro de los órganos técnicos de EFRAG, así como archivos históricos y referencias externas para aportar contexto y continuidad.

Según el organismo, el objetivo es facilitar una implementación más consistente de los estándares y aumentar la transparencia del sistema. De Cambourg definió el lanzamiento del Knowledge Hub como “un hito significativo” para mejorar la coherencia y la accesibilidad del marco de reporte de sostenibilidad en Europa.

Un giro con impacto directo en las empresas

Las dos decisiones —la simplificación profunda de los estándares y la creación de una plataforma centralizada— marcan un punto de inflexión para miles de empresas sujetas a la Directiva de Información Corporativa sobre Sostenibilidad (CSRD). Tras un primer año de aplicación caracterizado por la complejidad técnica, las dudas metodológicas y los costos de adaptación, el nuevo esquema promete un marco más proporcionado y orientado a la relevancia de la información.

Sin embargo, el alcance real del alivio regulatorio dependerá de cómo la Comisión Europea traduzca el asesoramiento de EFRAG en normas legalmente vinculantes y de cómo los supervisores interpreten las nuevas flexibilidades. Mientras tanto, el proceso avanza con una señal desde Bruselas: la sostenibilidad seguirá siendo obligatoria, pero con reglas ajustadas a la capacidad operativa de las empresas y a la utilidad efectiva de los datos para el mercado.

Contenido relacionado

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad