Un nuevo documento del BID analiza cada una de las etapas de la cadena de valor de las baterías de ion-litio, así como los determinantes de su posible evolución y los desafíos que presenta para la región de América Latina y el Caribe. Las cinco recomendaciones para optimizar la generación de valor.
Algunos datos que se destacan del documento indican que los vehículos eléctricos substituyen 726 millones de barriles de petróleo al día a nivel mundial y podrán substituir más del doble ya desde 2025, que el gran crecimiento proyectado en la demanda de baterías constituye el 95% de la demanda de litio, y que la demanda mundial de litio podría aumentar más del 40% de aquí al 2040.
Con respecto a América Latina y el Caribe se destaca que la electrificación vehicular iniciará por el transporte público, que la producción interna de vehículos eléctricos podría alcanzar 6,19 millones de unidades al 2050, que los vehículos eléctricos podrían alcanzar 91% del registro de nuevos vehículos en la región, y que existe un potencial en materia de reciclaje para desarrollar el último eslabón de la cadena.
Según los autores, la cadena de valor de las baterías de ion-litio es muy extensa y está compuesta por muchas etapas diferentes con distintos grados de complejidad, con requerimientos tecnológicos y de financiamiento diferentes.
Explican que algunas de las empresas líderes mundiales en las primeras etapas de la cadena de producción de litio son latinoamericanas, pero que dicho liderazgo no se observa ni en las etapas intermedias ni en las finales.
El documento describe una serie de recomendaciones de política para optimizar la generación de valor para la región en torno a la transición energética mundial:
- Fortalecer la coordinación público-privada y la gobernanza eficaz para garantizar una gestión responsable de los impactos ambientales y sociales.
- Desarrollar planes y programas estratégicos de largo plazo para la industrialización del litio y desarrollo de la cadena de valor aguas abajo.
- Asegurar el suministro de insumos críticos y fortalecer capacidades para la participación local en procesos de industrialización desde actividades aguas arriba.
- Apalancar procesos de industrialización en la expansión regional de la electrificación vehicular, con foco en la coordinación y sincronización de sectores industriales.
- Promover la circularidad para reducir el impacto ambiental de la industria extractiva, y el fortalecimiento de marcos normativos de responsabilidad extendida de los productores.