El Tribunal de Distrito de Ámsterdam falló a favor de los demandantes contra la aerolínea por considerar que promovía falsamente la sostenibilidad de los vuelos. La demanda se centró en la campaña “Fly Responsibly” de KLM, que presentaba a la aerolínea “creando un futuro más sostenible” y en camino de reducir sus emisiones a cero neto para 2050.
El caso fue presentado en 2022 por los activistas holandeses Fossielvrij Netherlands y Reclame Fossielvrij, con el apoyo de ClientEarth. Se trató de la primera demanda por greenwashing en la industria de las aerolíneas.
Los demandantes argumentaron que la publicidad de KLM engañó al público al dar la impresión de que la aerolínea está abordando el cambio climático, a pesar de que sus planes para el crecimiento del tráfico aéreo exacerbarán la crisis. También cuestionó el marketing de compensación de carbono de KLM, que sugiere que los clientes pueden reducir el impacto de sus vuelos apoyando proyectos de reforestación o los costos de la aerolínea por comprar pequeñas cantidades de biocombustibles.
Casi un año después, en junio de 2023, el Tribunal de Distrito de Ámsterdam concedió permiso para que la demanda procediera a un juicio completo, lo que significó dar un paso más para responsabilizar a KLM por la supuesta narrativa engañosa sobre el impacto climático de la aerolínea y su intento de mantener su “licencia para crecer”.
Y ahora, en 2024, se ha dictado sentencia según la cual se considera que KLM estaba actuando ilegalmente al utilizar publicidad engañosa. Las afirmaciones de KLM de que estaba comprometida con los objetivos climáticos del Acuerdo de París también se tomaron como ilegales. El juez dictaminó que las afirmaciones sobre la viabilidad de los objetivos de KLM pintaban “un panorama demasiado optimista”. Esto sienta un precedente para todas las empresas que promueven compromisos netos cero, con ramificaciones en todo el sector de la aviación internacional.
“La sentencia de hoy es una victoria histórica en la lucha contra el greenwashing. El marketing “verde” de KLM crea una confianza equivocada en que, incluso si uno está preocupado por la crisis climática, puede abordar un avión con la tranquilidad de que no está dañando el planeta. El juez ha puesto fin a esta estrategia dañina para adormecer a la opinión pública y a los políticos“, afirmó Hiske Arts, activista de Fossielvrij NL.
