Durante la presentación del informe “KPMG 2024 CEO Outlook”, John McCalla-Leacy, director global de ESG de KPMG International, pronunició dicha afirmación en la cual se destaca un cambio significativo en la forma en que los líderes empresariales abordan el creciente escrutinio sobre sus políticas de sostenibilidad. Ello se traduce en que mientras las empresas se ven cada vez más inmersas en un entorno de intensa polarización política y social, sus ejecutivos han comenzado a ajustar el lenguaje con el que comunican sus compromisos ESG.
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El informe pone de relieve un giro importante: aunque las metas de sostenibilidad no han disminuido, los CEOs están modificando su narrativa. Según KPMG, el 69% de los directivos encuestados ha adaptado la terminología utilizada al referirse a las estrategias climáticas, optando en muchos casos por términos más genéricos, como “sostenibilidad”, en lugar de “ESG“. Este cambio refleja no solo la necesidad de adaptarse a un entorno cada vez más politizado, sino también la intención de suavizar las comunicaciones para evitar controversias.
Una narrativa moldeada por la presión política y social
Este ajuste en el lenguaje no se produce en un vacío. La creciente presión de los accionistas, el público y los medios de comunicación, sumada a la politización de temas como el cambio climático y la equidad social, está obligando a los CEOs a ser más cautelosos. Sin embargo, lo que resalta del informe de KPMG es que, a pesar de este cambio en la forma en que se expresan, los compromisos con los objetivos ESG siguen siendo sólidos. Los líderes no están retrocediendo en sus planes de sostenibilidad.
De hecho, el informe revela que el 76% de los directivos estaría dispuesto a deshacerse de una parte rentable de su negocio si esta comprometiera la reputación de la empresa en temas ESG. Esta disposición a tomar medidas drásticas refleja la creciente conciencia de que no cumplir con las expectativas en sostenibilidad puede tener consecuencias más graves que las meramente financieras. Para el 24% de los CEOs, el mayor riesgo de no cumplir con los estándares ESG es permitir que sus competidores obtengan una ventaja competitiva.
El reto del escrutinio y la incertidumbre
A pesar de este compromiso, el 66% de los CEOs admite no estar completamente preparado para soportar el nivel de escrutinio que los accionistas y el público en general ahora exigen en materia de ESG. La creciente complejidad de los requisitos de sostenibilidad, combinada con tensiones geopolíticas y desafíos globales en las cadenas de suministro, hace que cumplir con los objetivos ambientales sea una tarea más difícil de lo que muchos líderes anticipaban.
La descarbonización, en particular, sigue siendo un obstáculo importante para las empresas globales. El 30% de los CEOs encuestados señaló la dificultad de reducir las emisiones en sus cadenas de suministro como el mayor desafío para alcanzar sus metas climáticas. Este desafío se ve exacerbado por la inestabilidad geopolítica, que afecta a las principales rutas comerciales y genera incertidumbre sobre los costos y la viabilidad de las iniciativas de sostenibilidad a largo plazo.
Generaciones divididas: confianza y enfoque
Un punto interesante que destaca el informe es la brecha generacional en la percepción de los desafíos ESG. Los líderes más jóvenes (entre 40 y 49 años) se muestran más confiados en su capacidad para enfrentar el escrutinio público en temas de sostenibilidad. El 43% de estos líderes jóvenes cree estar mejor preparado para gestionar las expectativas de los accionistas y otros grupos de interés, en comparación con solo el 30% de los CEOs mayores de 60 años.
Este dato sugiere que, a medida que una nueva generación de líderes asume el control, las empresas podrían adoptar un enfoque más agresivo y directo en su compromiso con las metas ESG, mientras que los líderes más veteranos tienden a ser más conservadores en su comunicación y estrategias.