Así lo afirma Camila Fernández, Directora Centro Copas Coastal de la Universidad de Concepción. En qué consistió el Encuentro Presencial Diálogos Científicos por la Acción Climática de Chile 2025, las principales recomendaciones del Informe Previo NDC 2025, y los próximos pasos a seguir, entre los destacados de la entrevista.

Foto: Camila Fernández, Directora Centro Copas Coastal de la Univiversidad de Concepción.
¿En qué consistió el Encuentro Presencial Diálogos Científicos por la Acción Climática de Chile 2025?
El marco de la preparación del Informe Previo a la NDC es un proceso de actualización del documento de la NDC de 2020 que decidimos hacerlo en formato más participativo, porque han pasado muchas cosas desde la primera versión, y han habido algunos avances significativos en algunas áreas del conocimiento. Por ejemplo en Océano, que es un área que está incipiente en el 2020, y en otras también. Además, porque quisimos darle un enfoque más integrador.
Nosotros en el Consejo Asesor somos conscientes de que muchos planes sectoriales, por ejemplo de adaptación y mitigación, tienen que conectar entre ellos. Entonces la idea era hacer mesas de trabajo con áreas temáticas y lanzar el trabajo conjunto a nivel de comunidad nacional en ese encuentro presencial, que fue precedido y seguido con las mesas específicas de trabajo en un trabajo virtual. Con eso recopilamos insumos, evidencias y sugerencias desde la comunidad científica para poder plasmar en el informe. Así que yo diría fue realmente fundacional.
¿Qué papel juega Chile en la elaboración de instrumentos de gestión del cambio climático a nivel nacional y local?
Creo que Chile ha sido pionero en varios aspectos, y ha seguido muy bien los lineamientos internacionales. Hemos hecho la tarea en términos de poder hacer nuestros planes sectoriales, planes comunales, planes regionales, las NC, la política climática a largo plazo. Entonces generamos muchos instrumentos que son atingentes a la realidad internacional
Por eso creo que Chile es un buen jugador y también es un buen aliado. Porque nos ocupamos mucho de nuestros recursos naturales, y como país somos un jugador comprometido en la causa del cambio climático.
¿Cuáles son las principales recomendaciones del Informe Previo NDC 2025?
De todo el trabajo que nosotros hicimos y la recopilación en mesas de trabajo, que eran de distintas temáticas, ya pudimos conversar con expertos de varias áreas.
Los tres principales puntos que nosotros agregamos a nuestro Informe es fortalecer el monitoreo y la trazabilidad de los mecanismos, ya que son fundamentales para que las NDC funcionen.
Y lo otro es tener un approach y un enfoque ecosistémico integrado en todo. Nosotros no somos de la idea de manejar las cuencas de río solo desde la perspectiva de la hidrología, sino de combinar la cuenca completa con su interacción con el clima, con su interacción con el océano. Para realmente tener un enfoque ecosistémico desde todo punto de vista, para que en el fondo la implementación de estas medidas sea lo más ordenada y lo más consecuente posible para asegurar la coherencia.
Y lo otro es la gobernanza. Chile es un país que tiene una normativa y una gobernanza relativamente simple para un engranaje de herramientas climáticas que se está complejizando cada vez más. Entonces necesitamos adaptar la gobernanza y las normativas, para que los organismos intermedios puedan empoderar a las regiones para que sean gestoras, pero también garantes, de sus propias medidas de mitigación y de adaptación. Y eso en pos de que las acciones climáticas sean lo más efectivas posible.
Esos fueron como los tres principales puntos que se mencionaban en el Informe Previo nuestro.
¿Cuáles son los próximos pasos?
Lo nuestro fue un Preinforme de esta actualización. Lo que viene es que a nivel de Consejo de Ministros, y a nivel de gobierno, esto se tome en consideración, que salga la versión final de esta actualización de la NDC, y que pase a norma legislativa. Yo espero que el documento final tenga en consideración lo que está en el Informe Previo.
Estamos de acuerdo en que el Informe Previo sacó muchos puntos. Pero creo que también es cierto que, como decía al principio, Chile ha avanzado mucho y han habido cambios sustantivos en la forma en que hacemos los planes de adaptación, las políticas de mitigación, las medidas a nivel específico, y también han habido avances tecnológicos que es muy necesario tomar en consideración.
La gracia de este ejercicio de la NDC es que también uno extrapola hacia el futuro. Porque se construye con lo que está hoy al 100% maduro y se hace una extrapolación hacia la próxima década, pensando en el potencial de Chile.
Y yo creo que podemos llegar a buen término con un Informe que sea coherente y consecuente, y que tome en consideración los interrogantes de hoy que pueden ser certezas mañana.
¿Qué otras cosas destacaría de este proceso?
Pienso que entre las cosas buenas que ha tenido este proceso es que hemos podido garantizar una participación de la comunidad científica, pero también una participación ciudadana. Y eso desde un punto de vista integral.
Hemos tenido mesas de trabajo que han sido con áreas temáticas muy amplias para poder justamente empezar a conversar de forma transdisciplinaria, y empezar a ver estas medidas pero también la política a largo plazo de Chile como algo integrado, como un enfoque ecosistémico completo.
Y este mismo proceso que hicimos para la NDC lo vamos a repetir este año en sesiones regionales, presenciales y virtuales. Pero las presenciales van a ser 100% regionales. Así que van a haber talleres en el Biobío, van a haber talleres en el norte, en el sur, en distintos temas. Para que nosotros mismos como Consejo Asesor podamos movernos al interior del país y empezar a tener contacto directo con la comunidad científica, que es la que genera la data que al final determina lo que es posible hacer como país.