En 2022, Carolina López de la Iniciativa Financiera de ONU Ambiente (UNEP FI, por sus siglas en inglés) abordó el tema en un artículo titulado “¿Cómo siguen avanzando las Finanzas Sostenibles en América Latina y el Caribe?” como continuación de su primera retrospectiva en 2020. Dos años después, la autora retoma este análisis que realizó el 29 de noviembre en el primer webinar del Programa de Finanzas Sostenibles de UNEP FI y ACCIÓN y que trató sobre “Claves para el futuro de las empresas y de un sistema financiero sostenible”, en el que explora cómo las finanzas sostenibles han evolucionado en América Latina y el Caribe entre 2022 y 2024 (y antes de 2022 para dar contexto), destacando avances significativos en políticas, mercados e iniciativas colaborativas. Publicamos a continuación su nuevo análisis, el cual hace foco en los sectores bancario y asegurador.
Foto: Carolina Yazmín López García, representante en Chile, coordinadora de la Academia PRB y de las capacitaciones a nivel global de UNEP FI.
Para comenzar este análisis, considero que es fundamental mencionar los Principios de Banca Responsable (PRB, por sus siglas en inglés), promovidos por UNEP FI. Estos Principios guían a las instituciones financieras a alinear sus estrategias con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el Acuerdo de Cambio Climático de París y el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, fomentando la integración de la sostenibilidad en sus operaciones mediante compromisos en áreas clave como alineamiento, impacto y fijación de objetivos, gobernanza y cultura, entre otros. En 2024, UNEP FI alcanzó 549 Miembros a nivel global entre bancos y aseguradoras, con un aumento de 37 nuevos Miembros solo este año, reflejando el interés creciente en la sostenibilidad.
Firmantes de los PRB en LAC:
Firmantes de los Principios de Seguros Sostenibles (PSI) en LAC:
El Climate Mitigation Journey (CMJ) es un marco de gestión y definición estratégica diseñado específicamente para los actores del sistema financiero. Este marco describe las capacidades que las instituciones necesitan construir e iterar en los próximos años para lograr una transición climática, ya sea como parte de sus compromisos en virtud de los PRB y/o la Alianza Bancaria hacia el Cero Neto (NZBA, por sus siglas en inglés), o en el caso de que apenas estén iniciando su estrategia climática.
El CMJ introduce un enfoque integral universalmente aceptado para la mitigación del clima bancario, proporcionando un lenguaje compartido entre bancos y actores del ecosistema. Además, este marco estratégico ayuda a mapear las iniciativas desarrolladas por equipos de riesgos, negocio, sostenibilidad, datos, y otros. Su flexibilidad permite adaptarse a estándares en evolución y metodologías cambiantes. En América Latina, el CMJ ha sido fundamental para impulsar una narrativa de transformación estratégica en colaboración con GFANZ y aliados dentro de la industria.
Además, UNEP FI ha lanzado reportes clave para comprender la adaptación de la región a los desafíos globales. Entre ellos destacan “Cómo los bancos de América Latina y el Caribe se adaptan al cambio climático” (2023), que examina estrategias bancarias frente al cambio climático. Otro informe importante es “Unlocking Circular Economy Finance in Latin America and the Caribbean” (2023), que explora las oportunidades en la economía circular. También se encuentra el informe “Mercados de productos financieros sostenibles – lecciones aprendidas de España y América Latina y el Caribe” (2023) y el “Common Framework of Sustainable Finance Taxonomies for Latin America and the Caribbean” (2023). Estos reportes no solo orientan las estrategias de actores financieros, sino que también establecen una base sólida para avanzar en políticas alineadas con la sostenibilidad.
Un hito relevante en la región es el Marco Común de Taxonomías de Finanzas Sostenibles para América Latina y el Caribe, mencionado anteriormente. Este documento de orientación sirve como referencia voluntaria para los Estados miembros de la región que están desarrollando o tienen la intención de desarrollar taxonomías de finanzas sostenibles. El marco establece una serie de principios que fomentan la comparabilidad y garantizan la interoperabilidad tanto a nivel regional como internacional. En particular, se centra en los sectores prioritarios para los objetivos climáticos en América Latina y el Caribe. Un paso importante será ampliar el alcance de este marco para incluir los objetivos de biodiversidad, reflejando la creciente importancia de este tema. Este trabajo ya está en la segunda fase (conservación, restauración y uso sostenible de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos). Desde su creación, varios países han lanzado taxonomías nacionales: Colombia lo hizo en 2022, México en 2023, y Panamá, República Dominicana y Costa Rica lo han seguido en 2024. En Brasil, la Taxonomía Sostenible Brasileña (TSB) está en desarrollo, con su lanzamiento previsto para 2025.
Además, en 2022, los países de América Latina se unieron para crear una Plataforma Regional de Cambio Climático. Esta plataforma, lanzada por los Ministerios de Hacienda, Finanzas y Economía, promueve el intercambio de conocimientos entre los gobiernos para formular políticas fiscales que enfrenten las consecuencias de los cambios climáticos, con un enfoque de cooperación público-privada.
A continuación, el mapa actualizado sobre finanzas sostenibles en cada país de la región.
Más aún, los bonos verdes, sociales y sostenibles (GSS, por sus siglas en inglés) están demostrando ser un mecanismo de financiación atractivo, pasando del 9,3% del total de emisiones de bonos de ALC en los mercados internacionales en 2020 a casi el 35% en 2023. La progresiva preferencia por los títulos de deuda temáticos frente a los bonos convencionales indica un creciente interés de los inversores por los proyectos sostenibles. Además, los bonos soberanos ligados a la sostenibilidad (SLB, por sus siglas en inglés), con estructuras innovadoras, se están vinculando a las obligaciones de los países en virtud de sus Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC, por sus siglas en inglés) y del Acuerdo de París. Esta expansión de los bonos GSS y otros instrumentos de deuda sostenible también ha intensificado el desarrollo de marcos de financiación sostenible en la región, lo que está permitiendo captar capital para sectores económicos clave y apoyar objetivos como la transformación digital y la equidad de género.
A medida que concluye otro año crítico en la lucha contra el cambio climático, América Latina y el Caribe refuerzan su papel como pieza clave en la respuesta a los desafíos globales. La región, que concentra el 60% de la biodiversidad del planeta, es hogar de ecosistemas vitales como la Amazonía y los arrecifes de coral caribeños. Sin embargo, la situación se vuelve cada vez más urgente ya que en estos próximos 4 años existe un 80% de probabilidad de que al menos un año supere temporalmente el umbral de 1.5°C, con una alta probabilidad de marcar un récord como el año más cálido registrado. Es por ello que los gobiernos, instituciones públicas y privadas, y otros actores intensifican sus esfuerzos para abordar la brecha de financiamiento climático que actualmente asciende a 4.5 billones de dólares al año..
Brasil
Brasil ha sido líder en finanzas sostenibles en América Latina, con iniciativas clave que datan de los años 90. En 2014, el Consejo Monetario Nacional implementó regulaciones sobre la gestión de riesgos ambientales y sociales para los bancos, y en 2015, la Federación Brasileña de Bancos (FEBRABAN) comenzó a aplicar su Taxonomía Verde en las carteras de crédito. En 2019, se desarrolló una hoja de ruta para la implementación del TCFD (Task Force on Climate-related Financial Disclosures) en el sector bancario, y en 2022, se avanzó con regulaciones clave como la Regulación No. 666 de la SUSEP y la Resolución CVM 175, que exigen la gestión y reporte de riesgos sostenibles.
Desde 2023, los bancos deben informar sobre riesgos ambientales, climáticos, y sociales, con regulaciones alineadas al TCFD. Además, el país hizo su primera emisión de bonos soberanos en dólares en el mercado internacional. FEBRABAN también implementó la SARB 26 (2023) para asegurar que las instituciones financieras promuevan actividades libres de deforestación ilegal en la cadena de suministro de carne.
Brasil está trabajando en una taxonomía nacional de finanzas sostenibles, cuya consulta pública comenzó en 2024 y se espera que sea lanzada en 2025. Esta taxonomía abordará temas clave como la mitigación del cambio climático, la biodiversidad, la economía circular y la prevención de la contaminación. Del 1 al 3 de abril de 2025 tendrá lugar la Mesa Redonda Regional de UNEP FI en Sao Paulo y la semana del 5 de mayo de 2025 se llevará a cabo junto con FEBRABAN la Academia PRB para los bancos del país.
Colombia
Colombia ha sido un referente en el ámbito de las finanzas sostenibles en América Latina desde la creación del Protocolo Verde en 2012, desarrollado junto con UNEP FI y varios bancos. Este Protocolo, que inicialmente se centró en la ecoeficiencia del sector, SARAS (Sistemas de Administración de Riesgos Ambientales y Sociales) y productos y servicios verdes, se amplió a todo el sector financiero en 2018. Desde la actualización del Protocolo Verde en 2021, que incorporó la gestión del cambio climático, la Asobancaria ha adoptado una visión proactiva, alineándose con el panorama regulatorio y fomentando la acción en temas climáticos. Colombia avanzó en la implementación de la Taxonomía Verde lanzada en 2022. La Asobancaria trabaja de manera coordinada con la Superintendencia Financiera para garantizar que los criterios verdes de las líneas de crédito de los bancos estén alineados con la Taxonomía Verde.
En junio de 2024, se firmó el Protocolo Social, el cual promueve la diversidad, equidad e inclusión en toda la cadena de valor de las entidades financieras. Este Protocolo tiene cuatro estrategias clave: cultura interna, educación e inclusión financiera, oferta de valor y gestión de riesgos.
Colombia también desempeñó un papel importante en la COP15 de diciembre de 2022, que adoptó el Marco Mundial de Biodiversidad (GBF), y Cali fue sede de la COP16 en octubre y noviembre de 2024, donde se evaluaron los avances del acuerdo. En dicho evento, Colombia presentó su “portafolio de acción climática y transición socioecológica y energética justa”, un conjunto de proyectos alineados con los compromisos climáticos del país y destinados a obtener apoyo financiero internacional para iniciativas que protejan la biodiversidad del país y promuevan un futuro sostenible.
En el marco de la COP16, la Asobancaria presentó su Programa Nacional de Biodiversidad, diseñado para alinear y aumentar las inversiones del sector financiero con las prioridades nacionales en biodiversidad. Además, UNEP FI, en alianza con entidades como el PRI y el PNUD, organizó el primer Día de las Finanzas y la Biodiversidad de América Latina y el Caribe1. Este evento creó un espacio para discutir los desafíos y oportunidades regionales relacionados con la biodiversidad, con el objetivo de establecer un precedente para futuras COPs y fortalecer la identificación de soluciones globales a partir de experiencias y conocimientos locales.
Entidades promotoras del evento: PRI, CDP, Climate Bonds Initiative (CBI) UN Climate Change High-Level Champions; Climate Policy Initiative (CPI); Glasgow Financial Alliance for Net Zero (GFANZ); Global Reporting Initiative (GRI) y PNUD; y al apoyo del Grupo BID (BID e IDB Invest), CAF, CEPAL, WWF, Business for Nature, SBTi y Asobancaria.
México
México ha avanzado significativamente en el ámbito de las finanzas sostenibles desde la creación del Protocolo de Sostenibilidad en 2016. En 2020, la Asociación de Bancos de México (ABM) lideró varios hitos clave, incluyendo el primer informe de desarrollo sostenible del sector bancario alineado con la Agenda 2030, así como el informe de avances del Protocolo de Sostenibilidad. Además, la ABM desarrolló una hoja de ruta para el financiamiento verde y presentó una propuesta inicial para la creación de la taxonomía de financiamiento verde en México. En ese mismo año, México se convirtió en el primer país de la región en emitir un Bono Soberano ODS por 850 millones USD, seguido de una segunda emisión en 2021.
A partir de 2021, México intensificó su compromiso con las finanzas sostenibles, uniéndose al TCFD y apoyando la creación del Consorcio TCFD México, que facilita la integración de los aspectos ASG y climáticos en las empresas. En 2022, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) lanzó una herramienta de autodiagnóstico ASG y riesgos climáticos para las entidades supervisadas. Además, Banxico (el Banco Central de México) creó una nueva dirección de Análisis y Políticas de Riesgos Ambientales y Sociales para gestionar estos riesgos en el sistema financiero.
Un avance clave en 2023 fue la publicación de la Taxonomía Sostenible de México, que busca atraer inversiones que promuevan el bienestar social y ambiental, consolidando al país como un líder en la región en términos de sostenibilidad financiera.
En 2023, la ABM, adherida a los Principios de Banca Responsable (PRB) de UNEP FI desde el año anterior, llevó a cabo el piloto de la Academia de los PRB en formato híbrido para los
bancos de México. En 2024, la ABM junto con el Consejo Mexicano de Finanzas Sostenibles, la Academia PRB y otros aliados, realizaron el lanzamiento del “Programa de Formación Gremial en Finanzas Sostenibles y Criterios ASG”.
Paraguay
La Mesa de Finanzas Sostenibles (MFS) de Paraguay fue creado en 2012, con la participación de casi el 100% de las entidades financieras reguladas en el país. En el 2019, se consolidó la Alianza Público-Privada de Finanzas Sostenibles, impulsada por el Banco Central de Paraguay (BCP), junto con el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible, el Instituto Forestal Nacional y la MFS. Desde entonces, el país ha avanzado con varias iniciativas, incluyendo la Resolución No. 8/2018 del BCP, que hizo obligatoria la gestión de riesgos ambientales y sociales para las entidades reguladas. En 2020, el BCP se unió a la Red para Enverdecer el Sistema Financiero (NGFS) y, en el mismo año, la Comisión Nacional de Valores (CNV) lanzó un marco regulatorio para bonos ODS, con el apoyo de WWF Paraguay y UNEP FI. En 2023, la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) realizó la primera emisión de bonos sostenibles en el mercado de valores de Paraguay. En 2024, el Ministerio de Economía y el Banco Central están desarrollando la Taxonomía Verde, que ayudará a clasificar y fomentar inversiones sostenibles.Y la AFD, en colaboración con WWF, está finiquitando los lineamientos para el primer producto financiero para la ganadería, el cual se espera que sea lanzado en diciembre de 2024.
Perú
Desde la firma del Primer Protocolo Verde en 2015 entre la Asociación de Bancos (Asbanc) y el Ministerio del Ambiente (Minam), Perú ha dado importantes pasos hacia un sistema financiero más sostenible. Su vigencia inicial fue de dos años, y en 2020 se lanzó una versión actualizada con un enfoque más ambicioso, estableciendo criterios claros para proyectos con impacto ambiental positivo.
Actualmente existe una colaboración ampliada, es decir, que el Protocolo Verde ahora incluye a más gremios y aliados estratégicos, como la Corporación Financiera de Desarrollo (COFIDE), el Programa de Inversión Responsable (PIR) y las Cajas Municipales de Ahorro y Crédito, las cuales han trabajado estrechamente con cooperación internacional y tienen productos y KPIs relacionados con créditos verdes y han emitido bonos. Además, desde 2015, Perú cuenta con un Reglamento para la Gestión del Riesgo Social y Ambiental, emitido por la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).
En 2023, se publicó el Decreto Supremo que aprueba la “Hoja de Ruta de Finanzas Verdes para el Perú” hasta 2030. Este documento, elaborado por el Minam y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), tiene como objetivo: 1) El enverdecimiento del sistema financiero local y promoción de productos y servicios financieros verdes; 2) Articulación entre el Estado, sectores público y privado, y cooperación internacional; 3) Establecimiento de las líneas de acción y plazos necesarios para avanzar hacia las finanzas verdes, abordando seis temáticas clave: cambio climático, biodiversidad, infraestructura natural, eco y bionegocios, economía circular y producción limpia. Con esto se busca promover que el sector financiero canalice créditos hacia proyectos responsables con el medio ambiente. La Taxonomía de Finanzas Verdes, incluida en la hoja de ruta, permitirá clasificar las actividades económicas que contribuyen o no al cuidado del entorno, con el apoyo de instituciones como GIZ, la Corporación Financiera Internacional (IFC, por sus siglas en inglés) del Banco Mundial, el Banco Internacional de Recontrucción y Fomento (IBRD, por sus siglas en inglés) y la Cooperación Suiza (SECO).
A nivel de capacitación, el Seminario de Finanzas Verdes 2024 – 2026 es una clave de la Hoja de Ruta de Finanzas Verdes del Perú y se desarrolla con el apoyo del Proyecto de Preparación del Fondo Verde del Clima “Movilización de financiamiento climático internacional e inversiones privadas para el desarrollo bajo en carbono y resiliente al clima en Perú”, liderado por Ministerio de Economía y Finanzas en conjunto con el Ministerio del Ambiente y ejecutado por el Instituto Global para el Crecimiento Verde (GGGI). Dicho Seminario brinda espacios de capacitación centrados en cubrir brechas de conocimientos para los funcionarios del sector financiero privado del Perú. Además, en 2025 se llevará a cabo la Academia de los Principios de Banca Responsable (PBR) en Perú, reforzando el compromiso del país con las finanzas sostenibles.
Chile
Desde 2019, Chile ha estado a la vanguardia en el desarrollo de Finanzas Verdes a través de distintas iniciativas, como por ejemplo la Mesa Público-Privada de Finanzas Verdes, liderada por el Ministerio de Hacienda. Esta iniciativa se enfoca en la gestión de riesgos y oportunidades relacionadas con el cambio climático, destacando la necesidad de crear capacidades en este ámbito.
Iniciativas Clave:
- Se han realizado encuestas sobre cambio climático y TCFD para todo el sistema financiero y se subrayóla importancia de la gestión del cambio climático desde la perspectiva de los riesgos y oportunidades.
- Se formalizó un Acuerdo Verde, que establece compromisos voluntarios por parte de las instituciones involucradas.
En 2021, el Ministerio de Hacienda, junto al Climate Bonds Initiative (CBI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), desarrollaron una hoja de ruta para una Taxonomía de Actividades. En 2022, se creó un Comité Preparatorio para su desarrollo y se estableció una Oficina de Finanzas Verdes. En 2023, el Ministerio de Hacienda lanzó la Estructura de la Taxonomía de Actividades Económicas Medioambientalmente Sostenibles.
En 2024, se renovó el Acuerdo Verde de la Mesa Público-Privada de Finanzas Verdes, que ahora cuenta con seis Grupos de Trabajo dedicados a: 1) Gestión de riesgos ASG, 2) Deuda temática, 3) Descarbonización del portafolio, 3) Implementación de la Taxonomía en instituciones financieras, 4) Productos financieros verdes-sostenibles, 5) Divulgación y cumplimiento.
Progreso del Acuerdo Verde: De un total de 71 compromisos, el 35% ha sido completado, el 37% está en etapa avanzada de desarrollo, el 21% en etapa temprana y el 7% aún no ha sido iniciado. Los compromisos renovados son 9 y se detallan en el 3er Informe de Progreso del Acuerdo Verde.
En noviembre de 2021, en el marco de la COP26, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) emitió la Norma de Carácter General (NCG) N°461, incorporando exigencias de información sobre sostenibilidad y gobierno corporativo en las Memorias Anuales de entidades supervisadas, incluyendo bancos, compañías de seguros y bolsas de valores. Posteriormente, en octubre de 2024, la CMF publicó la NCG N°519, que modifica las NCG N°30 y N°461, estableciendo la adopción de las normas NIIF S1 y S2 del International Sustainability Standards Board (ISSB). Esta nueva normativa actualiza los requisitos para la Memoria Anual Integrada, buscando elevar los estándares de transparencia y responsabilidad en gobierno corporativo, sostenibilidad e inclusión. La NCG N°519 comenzará a regir a partir del ejercicio anual 2026, por lo que las entidades deberán presentar sus informes conforme a estas disposiciones en 2027.
Como puede observarse, Chile claramente avanza firme hacia un futuro más sostenible y responsable en el ámbito financiero.
Ecuador
En Ecuador, el Protocolo de Finanzas Sostenibles se estableció en 2016 como un mecanismo para integrar la sostenibilidad dentro del sistema financiero del país. En 2020, se dio un paso significativo con la creación de la Iniciativa de Finanzas Sostenibles (IFS), que es una alianza público-privada-académica respaldada por organismos internacionales. Ese mismo año, la Bolsa de Valores de Quito publicó guías sobre Bonos Verdes, Sociales y Sostenibles, y Ecuador emitió el primer Bono Soberano Social del mundo, con el apoyo de una garantía del Banco BID. En 2022, la Superintendencia de Bancos y la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria emitieron resoluciones que establecen normas para la gestión de riesgos socioambientales en entidades del sector financiero. Entre 2022 y 2023, Asobanca desarrolló guías sectoriales para mitigar los riesgos ambientales y sociales en diferentes sectores productivos del país. En 2023-2024, Ecuador ha avanzado en el desarrollo de la Taxonomía Verde y la medición del riesgo climático, con el respaldo del Banco de Desarrollo de los Países Bajos (FMO) y BID Invest.
Iniciativas Lideradas por el Gobierno:
1) Marco de Bonos Verdes Soberanos (2023): El Gobierno de Ecuador, a través de diversas instituciones, presentó el “Marco de Bonos Verdes Soberanos”, que establece lineamientos para financiar proyectos como energía renovable y transporte bajo en carbono. Descargar documento del marco.
2) Mesa de Finanzas Sostenibles (2024): Creada por el Ministerio de Economía y Finanzas en conjunto con otras entidades públicas, esta iniciativa promueve el desarrollo sostenible y la mitigación del cambio climático. Más información aquí.
La Mesa está organizada en tres grupos de trabajo:
-Taxonomía verde: a cargo de elaborar y actualizar el sistema de clasificación de actividades, proyectos y activos verdes o sostenibles.
-Riesgo Financiero Climático: encargado de analizar y evaluar los riesgos climáticos asociados con las actividades financieras y corporativas en Ecuador.
-Divulgación de Información: a cargo de identificar y recomendar mecanismos para promover los estándares y las mejores prácticas internacionales para la divulgación transparente y consistente de información relacionada con las finanzas sostenibles.
3) Iniciativas para la Protección Ambiental y Movilización de Recursos (2024): Presentadas por el Ministerio del Ambiente para apoyar proyectos verdes. Leer detalles en el sitio oficial.
Iniciativas con Participación de Organismos Internacionales:
1) Proyecto Readiness (2023-2028): Este proyecto, respaldado por el Fondo Verde para el Clima, busca movilizar financiamiento climático internacional para un desarrollo bajo en carbono. Más información en el sitio de IICA.
Argentina
En Argentina, la Comisión Nacional de Valores (CNV) emitió en 2019 una resolución con pautas para los bonos verdes, sociales y sostenibles. Ese mismo año, se fundó el Protocolo de Finanzas Sostenibles, inicialmente con 18 bancos, y en 2024 se renovó por cinco años más, con la adhesión de 37 entidades financieras que representan el 94,5% de los préstamos del mercado. En el marco del Protocolo, se desarrollaron varias iniciativas importantes. Se elaboró una guía para que las entidades puedan desarrollar sus políticas de sostenibilidad, y se crearon equipos para apoyar a las entidades en el desarrollo de sus SARAS (Sistemas de Administración de Riesgos Ambientales y Sociales) a través de capacitación y sensibilización. También se redactó una guía sectorial para la agricultura, con el objetivo de establecer criterios comunes para financiar actividades agrícolas sostenibles, reduciendo los riesgos asociados. Se diseñó una herramienta de monitoreo satelital y se incorporó un enfoque basado en TCFD en la agenda de cambio climático. Actualmente, se está desarrollando una calculadora de huella de emisiones financiadas, una taxonomía para empresas lideradas por mujeres y una guía de mejores prácticas en términos de género. Además, se ha incorporado un importante eje de trabajo en educación financiera.
Bolivia
En 2019, se lanzó oficialmente la Mesa de Finanzas Sostenibles, y en 2020, se inició la construcción de la hoja de ruta para la Mesa y se celebró el primer Foro internacional de Finanzas Sostenibles, el cual se ha venido realizando cada año desde entonces. En 2021, se identificaron los Comités de Trabajo (1) Marco Conceptual, 2) Sensibilización/Capacitación y 3) Estudios y alianzas) para implementar las estrategias definidas en la Hoja de Ruta, y en 2022, se lanzó la primera convocatoria nacional de investigación de finanzas sostenibles para apoyar el desarrollo de Bolivia en el ámbito de las finanzas sostenibles. Hasta la fecha se han realizado dos emisiones de bonos temáticos: un bono verde del Banco de Desarrollo Productivo (BDP) y un bono de género de BancoSol.
Uruguay
En Uruguay, en 2021 se creó la Mesa de Finanzas Sostenibles, un espacio de diálogo público-privado que promueve las finanzas sostenibles en el país. La Mesa está liderada por el Banco Central de Uruguay (BCU) junto con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), con el apoyo del BID, BID Invest y el Sistema de las Naciones Unidas. La principal misión de la Mesa es definir la Agenda de Finanzas Sostenibles de Uruguay y formular e implementar una hoja de ruta con acciones para promover las finanzas sostenibles en el país. En 2024, el BCU lanzó una herramienta para medir la huella de carbono, con el objetivo de que las instituciones del sistema financiero puedan adoptarla si lo desean. También en 2024, la Mesa está trabajando en la elaboración de guías orientadoras sobre prácticas en ganadería y energía que contribuyan a la sostenibilidad ambiental.
Panamá
En Panamá, en 2018, la Asociación Bancaria de Panamá emitió el primer “Protocolo de Finanzas Sostenibles” para el sector bancario. En ese año, la Superintendencia de Bancos de Panamá (SBP), adiciona el riesgo ambiental y social como parte de los riesgos que deben gestionar los bancos. También en el 2018, se creó el Grupo de Trabajo sobre Finanzas Sostenibles (GTFS) con el objetivo de desarrollar una hoja de ruta para avanzar en esta área. En 2019, LATINEX (Bolsa de Valores de Panamá), emitió la “Guía para Emisión de Valores Negociables Sociales, Verdes y Sostenibles” y en 2021, lanzó la “Guía para Divulgación Voluntaria de Factores ASG”. Para el 2022, la SBP adicionó la gestión del riesgo climático, dentro del acuerdo de gestión integral de riesgos que deben cumplir los bancos, y el sector de seguros emitió el “Protocolo de Conducta Empresarial Responsable”. En marzo de 2024, el GTFS, junto con las Superintendencias de bancos, seguros y valores lanzaron la “Taxonomía en Finanzas Sostenibles de Panamá” con el apoyo de UNEP FI, y en junio del mismo año, el Ministerio de Comercio en Industrias, emitió el “Marco de Financiamiento Sostenible de Panamá”, el cual servirá como referencia para la emisión de bonos temáticos y la contratación de préstamos verdes, sociales y sostenibles.
Costa Rica
En Costa Rica, desde 2019 se implementó el Protocolo Verde, que integra a bancos y otros operadores de crédito para fomentar el financiamiento verde. En 2022, la Superintendencia de Entidades Financieras (SUGEF) comenzó a implementar una guía de monitoreo de financiamiento climático para las entidades financieras supervisadas. También en 2022, se modificaron los reglamentos sobre la Administración Integral de Riesgos para incorporar la gestión de riesgos ambientales, sociales y de gobernanza en las operaciones de las entidades reguladas. La Superintendencia General de Valores (SUGEVAL) emitió lineamientos voluntarios para la revelación de información ASG. Además, Costa Rica aprobó la Ley N° 10051, destinada a potenciar el financiamiento y la inversión para el desarrollo sostenible, promoviendo el uso de valores de oferta pública. En 2024, el país lanzó su propia taxonomía para guiar el financiamiento sostenible.
República Dominicana
En República Dominicana, el Protocolo Verde fue establecido en 2018 por el IFC, brazo privado del Banco Mundial, junto con la Asociación de Bancos Comerciales de la República Dominicana (ABA). Este Protocolo tiene como objetivo impulsar la sostenibilidad en el sector financiero del país. Además, la Bolsa y Mercado de Valores de la República Dominicana (BVRD) desarrolló guías para bonos verdes, con el fin de estandarizar las mejores prácticas para los emisores. En 2023, el país lanzó su taxonomía verde, que busca proporcionar un marco para la clasificación de actividades económicas sostenibles y el financiamiento verde.
Actualmente, UNEP FI, gracias a una asistencia técnica proporcionada por la CTCN, está apoyando la creación de un sistema de categorización de economía circular. Este sistema busca nutrir los ejercicios de taxonomía existentes en países de América Latina y el Caribe, incluidos Chile, Uruguay, Costa Rica y República Dominicana, promoviendo un enfoque más integral y alineado con las prioridades regionales de sostenibilidad.
Guatemala
En Guatemala, en 2021 se lanzó el Protocolo de Finanzas Sostenibles, una iniciativa que promueve la integración de criterios ambientales, sociales y de gobernanza en las decisiones financieras del país. Este Protocolo busca establecer un marco para que las instituciones financieras puedan avanzar en la integración de prácticas sostenibles en sus operaciones.
El Salvador
El Salvador es el único país de la región que cuenta con dos Protocolos diferentes. El primero es un Protocolo para bancos privados que están asociados a la Asociación de Bancos Salvadoreños (ABANSA), con el apoyo del BID Invest. El segundo es el Protocolo Verde para bancos públicos, que tiene como contraparte al Ministerio de Medio Ambiente. Además, en 2024 se aprobó una Norma para la Gestión del Riesgo Ambiental y Social (CNBCR-01/2024), que se aplica a los bancos y sociedades de ahorro y crédito en el país.
Honduras
En Honduras, se implementó una Norma para la Gestión del Riesgo Ambiental y Social (Circular CNBS No. 028/2020), que establece lineamientos para las instituciones del sistema financiero del país. Esta norma tiene como objetivo asegurar que las entidades financieras tomen en cuenta los riesgos ambientales y sociales en sus actividades y decisiones.
El Salvador, Honduras y Guatemala
En 2020, WWF, UNEP FI, IFC, y CentraRSE llevaron a cabo una Serie de webinars sobre Finanzas Sostenibles.
En 2021, fue creada la “Alianza para las Finanzas Sostenibles” por las mismas instituciones mencionadas. Desde sus inicios, su objetivo fue el de unir esfuerzos con el fin de avanzar en el tema de las finanzas sostenibles en Centroamérica. En ese mismo año, la Alianza desarrolló el primer proyecto conjunto, enfocado en los países del Triángulo Norte centroamericano – El Salvador, Guatemala y Honduras.
En el marco de este proyecto, se construyó un diagnóstico sobre las finanzas sostenibles y el sector bancario privado en cada uno de estos tres países. El diagnóstico contó con la colaboración de las asociaciones bancarias de los tres países – Asociación Bancaria Salvadoreña (ABANSA), Asociación Bancaria de Guatemala (ABD) y Asociación Hondureña de Instituciones Bancarias (AHIBA) – y tenía como objetivo conocer de parte de los actores principales del sector bancario privado cuál es la situación actual y las perspectivas desde su visión de las finanzas sostenibles. Con base en este diagnóstico, la Alianza desarrolló una propuesta de Hoja de Ruta sobre finanzas sostenibles para el sector bancario en el Triángulo Norte de Centroamérica. La propuesta de Hoja de Ruta que la Alianza presenta es para guiar los siguientes pasos o acciones y que, en conjunto con otros actores, se avance en las finanzas sostenibles en la región.
En 2022, se publicaron los siguientes resúmenes ejecutivos:
- Diagnóstico sobre finanzas sostenibles del sector bancario privado en El Salvador.
- Diagnóstico sobre finanzas sostenibles del sector bancario privado en Honduras.
- Diagnóstico sobre finanzas sostenibles del sector bancario privado en Guatemala.
- Propuesta de Hoja de Ruta para las finanzas sostenibles en el sector bancario del Triángulo Norte centroamericano.
Los PSI de UNEP FI: Un Marco Global para los Seguros Sostenibles
Los PSI (Principios de Seguros Sostenibles) de UNEP FI es una iniciativa global diseñada para que la industria aseguradora aborde de manera efectiva los riesgos y oportunidades relacionados con los aspectos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG). Este marco tiene como objetivo principal promover la integración de la sostenibilidad en el corazón de las prácticas aseguradoras a nivel mundial, brindando un punto de referencia para las aseguradoras en su contribución a una economía más verde y resiliente.
El Plan de Trabajo PSI 2024 está estructurado en torno a dos pilares fundamentales que abordan desafíos clave en el sector asegurador. El primero de estos pilares es la mitigación del clima, cuyo foco está en la implementación del TCFD (Task Force on Climate-related Financial Disclosures) en Brasil y en la replicación de esta práctica en otros países de América Latina y el Caribe (ALC). Este enfoque tiene como objetivo integrar la divulgación financiera relacionada con el clima en el sector asegurador, permitiendo una mayor transparencia y acción frente a los riesgos climáticos. El segundo pilar se refiere a la adaptación al clima, pérdidas y daños, y resiliencia, en el cual destaca la iniciativa V20-SIF (V20 Sustainable Insurance Facility). Esta iniciativa busca desarrollar soluciones de seguros que apoyen la adaptación al cambio climático y la resiliencia, particularmente en economías vulnerables.
Además, en 2024, el PSI está trabajando en la creación de un nuevo grupo de trabajo denominado Seguro Positivo para la Naturaleza, el cual se enfocará en promover productos de seguros que beneficien la biodiversidad y fomenten la sostenibilidad ambiental. Como resultado de este grupo, se lanzó una guía en el marco de la COP16 de la Convención sobre Diversidad Biológica (CDB), la cual establece lineamientos clave para desarrollar soluciones aseguradoras que apoyen la biodiversidad a nível global.
En cuanto a la expansión del PSI, la iniciativa ha experimentado un aumento notable en su número de Miembros. En 2024, el número de Miembros creció significativamente, lo que refleja un creciente interés por adoptar prácticas sostenibles en la industria aseguradora. Actualmente, PSI cuenta con 167 Miembros a nivel global, de los cuales 18 provienen de América Latina, y con un incremento de 3 Miembros en la región en comparación con el año anterior.
La Declaración de Bogotá sobre el Seguro Sostenible (DBSS)
En 2024, con el éxito de las hojas de ruta y las estrategias regionales impulsadas por PSI, se lanzó la Declaración de Bogotá sobre el Seguro Sostenible (DBSS). Esta Declaración es un compromiso de los líderes del sector asegurador en América Latina y el Caribe (ALC) para apoyar la realización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) durante la Década de Acción de la ONU. La región de ALC enfrenta desafíos únicos, como los impactos del cambio climático, la desigualdad social y la inestabilidad económica. Las prácticas de seguros sostenibles pueden ser clave para resolver estos problemas, promoviendo una gestión responsable de riesgos, apoyando la resiliencia y abordando cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza.
La DBSS busca aprovechar el poder colectivo del sector asegurador, que actúa como gestor de riesgos, tomador de riesgos e inversor, para enfrentar estos desafíos. Esta Declaración adapta los Principios de Seguros Sostenibles (PSI) al contexto específico de ALC, representando un paso clave hacia una industria aseguradora más sostenible y resiliente en la región. La urgencia de la DBSS es clara, ya que tiene el potencial de proteger vidas, salvaguardar ecosistemas y fortalecer la prosperidad de las generaciones presentes y futuras en una región dinámica y vulnerable.
En el marco de la DBSS, se han establecido dos grupos de trabajo clave:
- Gestión de Riesgos Climáticos, centrado en fortalecer la capacidad del sector asegurador para gestionar los impactos climáticos y promover la transparencia mediante herramientas como el TCFD.
- Seguros para la Naturaleza, enfocado en desarrollar soluciones aseguradoras que contribuyan a la protección de la biodiversidad y los ecosistemas, alineándose con las prioridades ambientales de la región.
La Declaración también busca integrar los resultados de eventos clave, como la COP15 de la Convención sobre Diversidad Biológica y la COP28 y 29 de la UNFCCC, promoviendo la transición justa y ordenada hacia una economía baja en carbono. Además, los Signatarios de la Declaración de Bogotá se comprometen a impulsar acciones en torno a eventos clave que se celebran en ALC, como la COP16 de la CDB en Colombia (2024) y la COP30 de la UNFCCC en Brasil (2025). A través de esta Declaración, se busca promover prácticas de seguros sostenibles, aumentar la resiliencia, fomentar la colaboración entre actores clave de la industria y la sociedad civil, incrementar la conciencia pública sobre la importancia de los seguros sostenibles, y brindar capacitación y recursos a los profesionales del sector para que comprendan los beneficios de los seguros sostenibles.
El V20-SIF en América Latina
El Grupo de Ministros de Finanzas de los 20 Vulnerables (V20) agrupa a Ministros de Finanzas de 68 naciones que enfrentan impactos particularmente severos del cambio climático. De estas naciones, 14 están ubicadas en América Latina y el Caribe. El V20-SIF tiene como objetivo no solo diagnosticar el mercado, sino también replicar y escalar las soluciones de seguros que desarrollen MIPYMES (Micro, Pequeñas y Medianas Empresas) resilientes al clima.
Una de las principales prioridades del V20-SIF es la creación de un Estudio del Panorama del V20-SIF que evalúe la viabilidad de un Seguro Inteligente para el Clima dirigido a las MIPYMES en los países del V20. Además, se están desarrollando herramientas de modelización del riesgo climático para bancos y colaborando con socios para crear soluciones de financiamiento mixto que puedan apoyar estos esfuerzos. En la COP28, el V20-SIF compartió las lecciones aprendidas hasta la fecha y está trabajando en proyectos piloto regionales en América Latina y el Caribe, como seguros para interrupción de negocios y agricultura climáticamente inteligente, lo que refuerza el compromiso con la resiliencia de la región ante los efectos del cambio climático.
En octubre de 2024, se llevó a cabo la Primera Mesa Regional del V20-SIF en el marco de la COP16 de Biodiversidad em Cali, Colombia, un evento que reunió a aseguradoras, representantes gubernamentales y banqueros y otras partes interesadas del ecosistema financiero para discutir soluciones innovadoras en seguros sostenibles. Este espacio permitió identificar desafíos y oportunidades en la región, destacando la importancia de herramientas como seguros paramétricos y esquemas de financiamiento mixto para proteger a las MIPYMES frente al cambio climático. El evento también sentó las bases para futuras colaboraciones regionales, enfocándose en la implementación práctica de las iniciativas del V20-SIF.
A través de estas iniciativas, el PSI, la DBSS y el V20-SIF están promoviendo un enfoque integral para la sostenibilidad en los seguros, alineando las prioridades del sector con los objetivos globales para un futuro más resiliente y sostenible.
Conclusiones Las instituciones financieras que integran factores ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) en sus estrategias están marcando la pauta hacia un futuro financiero más sostenible. Para estas entidades, la integración de estos factores no solo es una cuestión de responsabilidad, sino también de éxito a largo plazo. Este enfoque contribuye a reducir diversos tipos de riesgo, ya sean financieros, ambientales, sociales o reputacionales, lo que fortalece la estabilidad y la sostenibilidad de las operaciones en un contexto cada vez más incierto. Además, la adopción de criterios sostenibilidad abre nuevas oportunidades para el desarrollo de productos financieros verdes y sostenibles, lo cual es crucial para enfrentar los desafíos ambientales y sociales globales. Esta innovación no solo genera beneficios inmediatos, sino que también contribuye al crecimiento a largo plazo de las instituciones, ofreciendo retornos financieros sólidos y acceso a financiamiento internacional de organismos multilaterales interesados en apoyar proyectos con un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. El enfoque en la sostenibilidad también aumenta la competitividad de las instituciones, permitiéndoles destacar en un mercado cada vez más enfocado en la responsabilidad corporativa. En este sentido, la sostenibilidad no es solo una cuestión ética, sino una ventaja estratégica que puede marcar la diferencia en el éxito y la relevancia de una institución dentro del sector financiero global. Finalmente, es evidente que el desarrollo sostenible no puede ser alcanzado sin la movilización de recursos del sector financiero, que juega un papel fundamental en la creación de un futuro más justo y ecológico. La sostenibilidad no solo es necesaria para la supervivencia y el crecimiento de las instituciones financieras, sino que también se ha convertido en un elemento diferenciador que define su liderazgo en un entorno económico y social que demanda respuestas más responsables y conscientes. |