En los balances contables, no aparecen. Sin embargo, son decisivos para que una empresa crezca, se adapte y perdure. La innovación, la reputación, la cultura corporativa, la confianza de los grupos de interés o el capital humano no figuran como activos reconocidos, pero impulsan gran parte del valor que perciben los mercados. Un nuevo paper del WBCSD destaca que la economía no puede seguir ignorándolos, e introduce el concepto de las “cinco S” para abordar el tema.

Foto: Suzy Hazelwood / Pexels.
El problema planteado se basa en que las reglas contables actuales solo reconocen una parte de estos elementos —por ejemplo, una patente o una licencia—, dejando fuera otros igual de valiosos. Según una encuesta del CFA Institute citada por el WBCSD, más del 70% de los inversores cree que estos intangibles “invisibles” explican la brecha entre el valor contable y el de mercado de muchas empresas. En un contexto donde la sostenibilidad es cada vez más central para el negocio, esa omisión puede ser una desventaja competitiva.
Para revertirlo, el WBCSD ha lanzado la guía “An introduction to intangibles and why they are important to sustainable business”, que no se limita a describir el problema: ofrece pasos concretos para integrar los intangibles en la estrategia corporativa, alinearlos con los objetivos de sostenibilidad y comunicar su valor a los inversores.
Entre sus propuestas, destaca un proceso en cuatro etapas:
- Identificar la huella intangible: mapear qué intangibles son relevantes para el modelo de negocio y cómo se vinculan con el crecimiento, la resiliencia y la gestión de riesgos.
- Colaborar internamente: conectar a los equipos de finanzas y sostenibilidad para traducir activos como el talento o la innovación en resultados financieros medibles.
- Reforzar la narrativa corporativa: explicar a los inversores cómo las capacidades intangibles impulsan la ejecución estratégica y la preparación ante el futuro.
- Medir lo que importa: implementar indicadores específicos, que pueden ser monetarios o no, para evaluar y mejorar la gestión de estos factores.
Además, el documento introduce las “cinco S” —scalability, spillovers, synergies, sunkenness y sustainability— como criterios para identificar intangibles que aportan mayor valor a largo plazo.
Desde el WBCSD también explican que ya trabajan con empresas y organismos internacionales, como la World Intangible Capital Initiative (WICI), para desarrollar un lenguaje común y estándares que faciliten la medición y el reporte. El objetivo es que, en un futuro cercano, esos factores invisibles dejen de ser un punto ciego para pasar a ser una ventaja estratégica documentada y compartida.