¿Quién lidera hoy la transformación hacia modelos de negocio más sostenibles en América Latina? ¿Qué necesitan estos líderes para convertir la sostenibilidad en una ventaja competitiva real y duradera? Un nuevo análisis de EgonZehnder revela que los Chief Sustainability Officers (CSOs) están dejando de ser meros gestores de reportes ESG para convertirse en actores estratégicos del cambio organizacional. El estudio muestra que su rol se está expandiendo rápidamente: hoy impulsan transformaciones culturales, reestructuran procesos internos, y articulan una visión de largo plazo que exige el respaldo activo de CEOs, directorios y reguladores. Sin ese apoyo sistémico, advierten, los avances corren el riesgo de estancarse.

Foto: Sebastián Domínguez, uno de los autores del informe de EgonZehnder sobre los Chief Sustainability Officers en la región.
Liderazgo desde la cima: clave para avanzar
Uno de los hallazgos centrales del estudio es que el respaldo del CEO y del directorio es fundamental para que las iniciativas de sostenibilidad prosperen. Los CSOs consultados coinciden en que la sostenibilidad ya no puede ser vista como una disyuntiva frente al rendimiento financiero: hoy es sinónimo de desempeño empresarial. Este cambio de paradigma comienza a materializarse en varias compañías de la región, donde el liderazgo ejecutivo ya incorpora la sostenibilidad como una prioridad estratégica, no como una tarea adicional.
Sin embargo, los desafíos persisten. Muchos CSOs advierten que los incentivos de corto plazo y las urgencias operativas muchas veces entran en conflicto con los compromisos de largo plazo, dificultando la implementación de estrategias sostenibles. Aquí es donde el rol activo del directorio resulta decisivo: no solo para aprobar presupuestos o informes, sino para liderar desde la gobernanza con una visión de futuro.
Reconstrucción interna: el nuevo alcance del rol
La evolución del CSO no solo abarca nuevos temas, sino también una función articuladora dentro de las empresas. Hoy, estos ejecutivos están liderando una “reingeniería silenciosa”, colaborando con diferentes áreas como Finanzas, Tecnología, Recursos Humanos y Comunicaciones para integrar la sostenibilidad en los procesos centrales del negocio.
Este rediseño implica transformar culturas organizacionales, alinear incentivos y construir narrativas de propósito que resuenen con colaboradores y clientes. La adaptabilidad cultural también emerge como una competencia clave: aunque las metas globales suelen coincidir, el camino hacia su implementación varía según el país, el sector y el contexto social.
Un perfil híbrido y estratégico
El estudio identifica cinco arquetipos de CSOs que reflejan las distintas dimensiones del liderazgo en sostenibilidad:
- El experto ambiental: Se centra en la profundidad técnica y la estrategia climática, basándose en la ciencia y el pensamiento sistémico ambiental.
- El defensor de las personas: Lidera el cambio cultural, abogando por el bienestar de las partes interesadas, la diversidad, la equidad e inclusión (DEI) y las relaciones con la comunidad.
- El creador de políticas: Opera en la intersección del cumplimiento, el riesgo y la promoción; a menudo es el director de la sociedad civil (OSC) de mayor confianza en las salas de juntas y con los reguladores.
- El defensor del consumo sostenible: Replantea cómo y qué produce la empresa, impulsando cambios en el diseño de productos, el abastecimiento y los materiales.
- El experto en comunicaciones: Da forma a la narrativa de sostenibilidad de la empresa, tanto interna como externamente, garantizando el reconocimiento y la transparencia.
Aunque los autores aclaran que cada uno de estos perfiles aporta habilidades específicas, los líderes más efectivos son aquellos capaces de combinar competencias técnicas con sensibilidad política, visión estratégica y capacidad de influencia transversal. Además, empatía, colaboración, manejo del lenguaje financiero y capacidad para traducir complejidades son algunas de las cualidades más valoradas en estos nuevos ejecutivos.
Un llamado al cambio regulatorio
Finalmente, los CSOs latinoamericanos coinciden en que los marcos regulatorios actuales muchas veces actúan más como barreras que como impulsores del desarrollo sostenible. Las exigencias excesivas de reporte y los procesos de autorización rígidos pueden terminar por frenar iniciativas clave que buscan generar valor ambiental y social.
La propuesta no es debilitar los estándares, sino avanzar hacia una regulación moderna, flexible y basada en resultados. Solo así —señalan— se podrá alinear el accionar empresarial con los desafíos urgentes de la región y liberar el potencial transformador de la sostenibilidad.
En definitiva, el análisis de EgonZehnder plantea que los Chief Sustainability Officers están emergiendo como arquitectos del futuro empresarial en América Latina. Pero para que ese futuro sea posible, necesitan algo más que compromiso: requieren un ecosistema corporativo y regulatorio que les permita convertir visión en impacto.