En el arranque de la COP16 en Cali, Colombia, el presidente Gustavo Petro propuso un enfoque innovador para financiar la lucha contra el cambio climático: transformar la deuda de los países en desarrollo en acciones climáticas concretas. La idea planteada como el “plan Marshall climático” busca no solo ser una solución a la crisis financiera que enfrentan muchas naciones, sino también un motor para la descarbonización de la economía global, un tema central en la cumbre que reúne a más de 190 países con un objetivo claro: preservar la biodiversidad y frenar el cambio climático.
Foto: El presidente colombiano, Gustavo Petro, al pronunciar su discurso en la inauguración de la COP16 en Cali, Colombia.
La COP16 ha comenzado en Cali, Colombia, con un enfoque que busca transformar la narrativa habitual sobre el desarrollo y el medio ambiente. Más que resaltar únicamente los problemas, esta cumbre se centra en soluciones concretas para reparar la relación entre la humanidad y la naturaleza. Con la participación de más de 190 países y un récord de 21.000 delegados, esta conferencia se propone el ambicioso objetivo de marcar un antes y un después en la lucha por la biodiversidad.
El lema de esta edición, Paz con la Naturaleza, no es solo un llamado simbólico, sino una propuesta pragmática que busca integrar la protección ambiental en los procesos de paz y desarrollo. “No podemos lograr una paz duradera sin incluir la biodiversidad y sin reconciliarnos con nuestro entorno natural”, destacó Susana Muhamad, ministra de Ambiente de Colombia y presidenta de la COP16, durante la inauguración.
El enfoque de soluciones está centrado en la implementación del Marco Global Kunming-Montreal, que establece medidas claras para revertir la pérdida de biodiversidad y fomentar un uso sostenible de los recursos. Según Muhamad, esto implica una reconfiguración profunda de nuestros modelos de producción y consumo, con el objetivo de que la vida misma sea el motor del desarrollo, y no su víctima.
Soluciones basadas en la naturaleza: una doble ganancia
Uno de los temas clave que se discuten en la COP16 es cómo los ecosistemas saludables pueden convertirse en aliados poderosos contra el cambio climático. Muhamad señaló que la restauración y conservación de la biodiversidad no solo frena la crisis ambiental, sino que también ofrece una solución climática. “Recuperar poderosamente los ecosistemas puede contribuir en casi un 40% a estabilizar el clima y el ciclo del carbono“, afirmó.
Este enfoque está alineado con un movimiento creciente de soluciones basadas en la naturaleza, que busca aprovechar los procesos naturales, como la restauración de bosques y humedales, para mitigar las emisiones de carbono, regular los ciclos hídricos y proteger la biodiversidad. En Colombia, que alberga algunos de los ecosistemas más diversos del planeta, la restauración de áreas degradadas es vista no solo como una necesidad ambiental, sino como una oportunidad para generar empleo y cohesión social.
La descarbonización como palanca de cambio
El presidente colombiano, Gustavo Petro, también planteó una visión transformadora en su discurso, sugiriendo que la crisis climática no puede resolverse sin una descarbonización global de la economía. Pero, en lugar de limitarse a señalar la magnitud del problema, Petro presentó una propuesta que ofrece un camino hacia adelante: la transformación de la deuda externa en acción climática.
“Es esencial cambiar deuda por acción climática“, afirmó, subrayando que si las naciones ricas, cuyos fondos de inversión se nutren de las economías en desarrollo, perdonan parte de sus deudas a cambio de compromisos en favor del clima, el mundo podría financiar una transición verde global. Esta propuesta, similar a la de un “plan Marshall” climático, busca equilibrar la carga financiera que actualmente pesa sobre los países en desarrollo, que a menudo son los más afectados por el cambio climático a pesar de haber contribuido menos a sus causas.
Implementación y monitoreo: ¿Cómo se medirán los avances?
Otro de los temas clave de esta cumbre es la implementación del Marco Global Kunming-Montreal. Se espera que los países actualicen sus Estrategias y Planes de Acción Nacionales sobre Biodiversidad (NBSAPs) y se desarrollen mecanismos de seguimiento que garanticen que los compromisos se traduzcan en acciones concretas. Este enfoque en la medición del progreso y la rendición de cuentas es crucial para que la cumbre no se quede solo en palabras.
Uno de los mayores retos será garantizar la financiación necesaria para implementar estas estrategias, en especial en los países que enfrentan dificultades económicas. La COP16 también discutirá un mecanismo multilateral para el reparto justo de los beneficios derivados del uso de la información genética, una medida que busca asegurar que las innovaciones científicas no se limiten a los países más desarrollados, sino que también beneficien a las naciones en desarrollo.
Colombia: un laboratorio vivo de soluciones
Colombia, con su vasta riqueza natural y su historial reciente de búsqueda de paz tras décadas de conflicto armado, busca presentarse como un laboratorio vivo donde las soluciones basadas en la naturaleza pueden tener un impacto significativo. Muhamad destacó que los territorios colombianos más afectados por la guerra son también algunos de los más biodiversos, lo que convierte al país en un ejemplo de cómo la restauración de la naturaleza puede ir de la mano con la construcción de paz.
“El valor agregado de realizar la COP16 en Colombia radica en nuestra visión de Paz con la Naturaleza y en reconocer que la verdadera lucha del siglo XXI es por la vida“, afirmó la ministra. Al igual que la flor de Inírida, símbolo de resiliencia en los ecosistemas colombianos, el país quiere posicionarse como un referente global en la protección de la biodiversidad y la búsqueda de soluciones que sean inclusivas, sostenibles y pacíficas.