“Estamos rechazando invertir en determinadas fuentes energéticas por razones ideológicas”

La frase pertenece a Josu Jon Imaz, Consejero Delegado de Repsol, durante su exposición en la 8ª jornada ESG de la empresa centrada en transformación industrial y oportunidades para la descarbonización.

Durante la jornada, celebrada en Londres, el equipo directivo de Repsol presentó a inversores y analistas sus avances en su estrategia multienergía para impulsar la descarbonización de la forma que consideran más rápida y eficiente.

En su intervención, el Consejero Delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, abogó por un enfoque más holístico de la transición energética en Europa para superar los retos que presenta un entorno complejo y en constante cambio y garantizar así una respuesta equilibrada al trilema energético: energía sostenible, segura y asequible para ciudadanos y empresas.

Debemos replantearnos la transición energética en Europa. Estamos rechazando invertir en determinadas fuentes de energía por razones ideológicas, no tecnológicas ni científicas. Como consecuencia, los consumidores acaban pagando más por la energía que necesitan, y las industrias con un alto consumo energético luchan por competir en los mercados globales, teniendo que cerrar o deslocalizarse a otras regiones“, explicó Imaz. También pidió una transición que no se base en prohibiciones o vetos, sino en dejar que todas las soluciones tecnológicas compitan o se complementen entre sí y demuestren su valía sin prejuicios ideológicos y sin rechazos.

La transición energética necesita un marco regulatorio capaz de aportar certidumbre y estabilidad. Una regulación estable fomenta la rentabilidad. Las normas actuales de la Unión Europea son demasiado complejas y frenan las inversiones“, agregó.

Durante la jornada, directivos de la empresa presentaron a los inversores detalles sobre los avances en la producción de combustibles renovables y productos circulares, así como en el desarrollo de otras oportunidades bajas en carbono.

Un hito clave en el camino hacia el objetivo de producir 1,3 millones de toneladas de combustibles renovables en 2025 y 2 millones de toneladas en 2030 es la puesta en marcha, a finales de este año, de la primera planta en la Península Ibérica dedicada exclusivamente a la producción de biocombustibles avanzados y combustible sostenible de aviación (SAF) en el complejo industrial de la compañía en Cartagena. La planta producirá 250.000 toneladas anuales, lo que permitirá un ahorro de emisiones de 900.000 toneladas de CO2 al año, equivalente al ahorro producido por más de 400.000 vehículos eléctricos.

(Noticia originalmente publicada en ComunicarSe)

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