HSBC ha decidido extender por 20 años el plazo para alcanzar su meta de cero emisiones netas en sus operaciones y cadena de suministro, retrasando su objetivo de 2030 a 2050. La decisión, anunciada en el marco de su plan de transición hacia el cero neto, responde a la dificultad de reducir las emisiones indirectas de su cadena de valor (alcance 3) al ritmo inicialmente previsto.

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El banco reconoció que, aunque ha logrado avances significativos en la reducción de sus emisiones directas, la descarbonización de su cadena de suministro ha sido más lenta de lo anticipado. “Nos hemos dado cuenta de que dependeríamos en gran medida de la compensación de carbono para alcanzar el cero neto en nuestra cadena de suministro para 2030. Por ello, hemos revisado nuestra ambición en línea con las mejores prácticas actuales“, explicó HSBC en su nuevo reporte.
El banco británico subrayó que sigue comprometido con la transición hacia una economía baja en carbono, pero enfatizó que su capacidad para cumplir con sus objetivos depende de factores externos. Entre ellos, mencionó la velocidad de adopción de tecnologías limpias, la diversificación de la matriz energética, la evolución de la demanda del mercado por soluciones climáticas y el liderazgo gubernamental en la formulación de políticas efectivas.
HSBC fijó su objetivo de convertirse en un banco con emisiones netas cero para 2050 en 2020, alineado con los compromisos del Acuerdo de París. Como parte de su estrategia, estableció metas de reducción de emisiones financiadas en sectores clave como petróleo y gas, energía, transporte e industria, pero ha reconocido que la transición global se está dando a un ritmo insuficiente.
La entidad también anunció que está revisando sus objetivos intermedios para 2030, en particular aquellos relacionados con las emisiones financiadas, y planea publicar ajustes como parte de su informe anual de transición en el tercer trimestre de 2024. En este proceso, HSBC busca equilibrar su ambición climática con los desafíos globales a corto plazo y las diferencias en la transición entre regiones y sectores.
Con esta revisión, HSBC se suma a otras grandes corporaciones que han ajustado sus objetivos climáticos en respuesta a un contexto económico y político desafiante, lo que plantea interrogantes sobre el cumplimiento global de las metas del Acuerdo de París.