Casi el 60% de los jóvenes urbanos quiere cambiar sus hábitos de movilidad para reducir su huella de carbono, pero su realidad cotidiana aún impone barreras significativas. Factores como el costo, la conveniencia y la seguridad prevalecen sobre sus aspiraciones ambientales y siguen dominando la toma de decisiones.

Así lo revela el estudio “Young Adults’ Priorities in Motion: Balancing Sustainable Mobility with Urban Demands”, elaborado por Economist Impact con el apoyo de Nissan, el cual está basado en encuestas realizadas a 3.750 jóvenes de entre 18 y 30 años en 15 grandes ciudades de todo el mundo.
Creciente adopción de vehículos eléctricos
El estudio muestra un interés creciente por los vehículos eléctricos (EV, por sus siglas en inglés), especialmente en ciudades emergentes como Nueva Delhi y Manila, donde la grave contaminación del aire y la congestión vial impulsan la búsqueda de alternativas más limpias. Se espera que la adopción de EVs aumente del 23% actual a más del 35% en la próxima década, alentada principalmente por incentivos gubernamentales y la expansión de la infraestructura de carga en estos países.
Sin embargo, el alto costo inicial y los gastos de mantenimiento siguen siendo un obstáculo importante, especialmente en los mercados desarrollados, donde el transporte público ofrece una alternativa más conveniente y asequible.
Transporte público y movilidad activa
El transporte público continúa siendo esencial para la movilidad urbana diaria, con un 58% de los encuestados utilizándolo regularmente por su accesibilidad y bajo costo. Al mismo tiempo, la movilidad activa —como caminar y andar en bicicleta— está ganando popularidad debido a una creciente conciencia sobre la salud y el bienestar.
No obstante, los fenómenos meteorológicos extremos, como olas de calor y lluvias torrenciales, y la falta de infraestructura adecuada, dificultan la adopción masiva de estas alternativas. El 43% de los jóvenes urbanos señala estas condiciones adversas como un factor disuasorio importante.
Sostenibilidad y pragmatismo
A pesar de la creciente preocupación por el cambio climático, el pragmatismo prevalece. El estudio revela que mientras un tercio de los encuestados apoya la movilidad sostenible por motivos ambientales, solo el 40% respalda políticas que encarecerían el uso de vehículos contaminantes.
“La investigación subraya la importancia de mejorar la infraestructura junto con la innovación para crear un futuro de movilidad más eficiente, accesible y ecológico”, afirmó Ritu Bhandari, líder de sostenibilidad para Asia-Pacífico de Economist Impact.
Un ecosistema integrado como solución
Los expertos coinciden en que ningún modo de transporte puede resolver por sí solo el desafío de la movilidad urbana sostenible. La clave radica en integrar vehículos eléctricos, transporte público, bicicletas y peatones en una red accesible y eficiente. Las inversiones en infraestructura, incluyendo zonas peatonales protegidas, ciclovías y soluciones digitales inteligentes, son esenciales para hacer de la movilidad sostenible la opción preferida por los jóvenes urbanos.
El informe deja el siguiente mensaje: mientras las ciudades crecen y las preocupaciones climáticas se intensifican, la movilidad urbana debe evolucionar para equilibrar los objetivos de sostenibilidad con las necesidades reales de los ciudadanos.