La presión sobre las empresas para demostrar avances en sostenibilidad se intensifica, pero según el último “2024 EY Global Corporate Reporting Survey“, tanto inversionistas como líderes financieros manifiestan crecientes dudas sobre la transparencia y veracidad de los informes corporativos en esta área. El estudio, conducido por EY, resalta que las percepciones de greenwashing están debilitando la confianza en los reportes de sostenibilidad y en los compromisos ambientales de las empresas.
Desconfianza en los reportes no financieros
La encuesta, que recogió respuestas de más de 2,000 líderes financieros y 815 inversionistas institucionales, encontró que menos de la mitad de estos actores cree probable que las empresas alcancen sus metas de sostenibilidad declaradas. En términos específicos, solo el 47% de los líderes financieros y el 53% de los inversionistas confía en que las corporaciones cumplirán con los objetivos ambientales que han anunciado. Esta cifra pone en evidencia una brecha de credibilidad importante.
De acuerdo con el análisis de EY, el Global Climate Action Barometer, muchas compañías no logran alinear sus estrategias climáticas con el objetivo global de alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, estipulado en el Acuerdo de París. La aparente desconexión entre los objetivos de sostenibilidad y la acción real apunta a metas poco realistas y carentes de un plan claro de ejecución, una percepción que podría ahondar el escepticismo entre inversionistas y el público en general.
El riesgo del greenwashing
Entre los hallazgos más relevantes del informe, destaca que un 55% de los líderes financieros (CFOs) considera que los informes de sostenibilidad en sus sectores podrían ser vistos como greenwashing. Este fenómeno, que implica mostrar una imagen ambientalmente consciente sin sustento en acciones tangibles, podría llevar a litigios y cuestionamientos de inversionistas y otros interesados sobre la validez de los reportes y compromisos anunciados.
El temor a litigios, sumado a la percepción de informes poco fundamentados o insuficientemente verificados, subraya la necesidad de transparencia en las divulgaciones de sostenibilidad. En un contexto donde los requisitos de reporte y aseguramiento evolucionan rápidamente, EY advierte que no bastará con reportar de buena fe; será imperativo garantizar que los informes de sostenibilidad sean verificables y rigurosos.
Redefiniendo la estrategia en un entorno de incertidumbre
Ante un escenario económico y climático volátil, EY identifica tres áreas de atención para los líderes financieros (CFOs) que buscan enfrentar estos retos: crear valor sostenible en un contexto de cambio constante, cerrar la brecha de confianza en los informes corporativos y aprovechar la tecnología, especialmente la inteligencia artificial, para fortalecer la capacidad de análisis en finanzas.
EY plantea que, en esta “Era del Y” (Age of And), donde las empresas deben balancear múltiples retos simultáneamente, los directores financieros deberán integrar la sostenibilidad en sus decisiones, equilibrando presiones de corto y largo plazo. Esto no solo sería esencial para construir credibilidad y resiliencia, sino también para posicionarse como socios estratégicos de confianza frente a sus juntas directivas y CEO.
La investigación sugiere que la credibilidad de los reportes no financieros depende de que los líderes financieros colaboren con inversionistas para definir qué información es relevante y asegurarse de que los compromisos de sostenibilidad estén firmemente anclados en la estrategia de largo plazo de la organización. En este sentido, EY subraya la importancia de que el reporte de sostenibilidad no solo sea un ejercicio de cumplimiento, sino una herramienta de transparencia y confianza para todas las partes involucradas.
