World Benchmarking Alliance (WBA) ha revelado los resultados de su primer informe de evaluación social, titulado “2024 Social Benchmark Insights Report“, donde analiza a las 2.000 empresas más influyentes del mundo en tres áreas fundamentales: respeto a los derechos humanos, provisión de trabajo decente y conducta ética. Se destacan brechas significativas y áreas que requieren mejoras urgentes. WBA pide a las empresas que tomen medidas proactivas para mejorar sus prácticas.
Las empresas evaluadas, conocidas como SDG2000, incluyen algunas de las marcas más grandes de ropa y alimentos, y generan ingresos equivalentes al 45% del PIB mundial. Estas compañías emplean directamente a 95 millones de personas y a cientos de millones más de manera indirecta a través de sus cadenas de valor. Sin embargo, el 90% de estas empresas no alcanzan siquiera la mitad de las expectativas sociales fundamentales en derechos humanos, trabajo decente y conducta ética, con más del 30% obteniendo entre 0 y 2 puntos de un total de 20.
Namit Agarwal, líder de Transformación Social en la WBA, explica que: “Las empresas del SDG2000 tienen recursos e influencia equivalentes a algunos de los países más grandes, impactando a más personas que las poblaciones de muchas naciones. El hecho de que el 90% de estas empresas no cumplan con las expectativas sociales fundamentales muestra la situación del sector privado. Demostrar liderazgo en la creación de un mundo equitativo, inclusivo y justo podría ayudar significativamente a los gobiernos a erradicar la pobreza, reducir la desigualdad y garantizar el acceso a trabajo decente para todos. Se necesitan regulación, orientación y presión externa para guiar a las empresas en la dirección correcta“.
Prioridades para la acción
WBA insta a los líderes, incluidos los responsables políticos e inversores, a garantizar que las empresas sean responsables de cumplir con las expectativas sociales fundamentales mediante cuatro áreas prioritarias:
- Compromiso con el pago de un salario digno y la prevención de jornadas laborales excesivas. Más del 60% de las empresas tienen alguna divulgación sobre salarios dignos y más del 45% sobre las horas de trabajo. Sin embargo, solo el 4% se compromete a pagar un salario digno y solo el 3% tiene una política de horas de trabajo que cumpla con los estándares de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
- Transparencia en el cabildeo para evitar influencias políticas indebidas. Solo el 11% de las empresas más influyentes tienen una política establecida que detalla públicamente su enfoque de cabildeo y compromiso político. Apenas el 5% divulga datos sobre sus gastos en cabildeo.
- Participación con partes interesadas afectadas para mejorar prácticas de derechos humanos y trabajo decente. Solo el 9% de las empresas comunican ejemplos de cómo se relacionan con partes interesadas afectadas o potencialmente afectadas, como empleados, sindicatos, proveedores, sociedad civil y comunidades locales.
- Regulación, orientación y presión para impulsar el cambio. Las empresas con sede en países con legislación sobre derechos humanos obtienen un 60% más en diligencia debida en derechos humanos (HRDD) que aquellas en países sin tales regulaciones. No obstante, solo el 6% ha implementado completamente estas prácticas.
Perspectivas sectoriales y regionales
El informe también desglosa el rendimiento por sectores y regiones. En términos generales, sectores como el de ropa y calzado (33%), tecnologías de la información y comunicación (30%) y minoristas (28%) muestran un mejor rendimiento. Las empresas de Europa y América del Norte superan el promedio general del informe, mientras que las de Medio Oriente y África del Norte (MENA) tienen el rendimiento más bajo.