“La paradoja del clima: por qué necesitamos replantearnos la acción frente al cambio climático”

El Tony Blair Institute for Global Change ha planteado que estamos atrapados en una paradoja climática. Afirman que aunque nunca ha habido mayor conciencia pública sobre el calentamiento global, la acción significativa para enfrentarlo está estancada. Por eso, sostienen que ha llegado la hora de replantear profundamente la estrategia global contra el cambio climático.

Foto: Tony Blair, ex primer ministro del Reino Unido.

El documento titulado “The Climate Paradox: Why We Need to Reset Action on Climate Change” no niega la gravedad de la situación. Por el contrario, parte de la premisa de que el clima está cambiando y representa uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo. Sin embargo, sostienen que las políticas actuales no están funcionando, y que persistir en ellas es una receta destinada al fracaso.

Una desconexión política y social

El informe denuncia una creciente disociación entre la ciudadanía, los gobiernos y las estrategias climáticas actuales. En los países desarrollados, muchos votantes perciben que se les exige realizar sacrificios económicos y cambios de estilo de vida desproporcionados, mientras el impacto de sus acciones sobre las emisiones globales es limitado. En el mundo en desarrollo, existe un fuerte resentimiento hacia las restricciones que se imponen al uso de energías no renovables, necesarias para su crecimiento. “Quienes ya se desarrollaron usando combustibles fósiles no tienen derecho a impedirnos hacer lo mismo”, argumentan muchos gobiernos del sur global.

Esta tensión ha derivado en una pérdida de legitimidad de las políticas climáticas. Las promesas de empleos verdes no se han materializado al ritmo esperado, mientras que industrias clave enfrentan costos crecientes y pérdida de competitividad frente a países como China. Al mismo tiempo, los niveles de consumo de combustibles fósiles continúan en aumento, y se proyecta que esa tendencia se mantendrá al menos hasta 2030.

Propuestas: del activismo a la ingeniería

El informe no pide abandonar la lucha climática, sino cambiar el enfoque. Para el Tony Blair Institute, el camino no pasa por limitar el consumo individual ni por apostar únicamente a la eliminación de los combustibles fósiles, sino por invertir masivamente en tecnologías que puedan ofrecer soluciones viables y escalables. Entre ellas destacan:

  • Captura y almacenamiento de carbono, tanto en la fuente como directamente del aire.
  • Inteligencia artificial aplicada a la eficiencia energética y la gestión de redes.
  • Nuevas fuentes de energía limpia, como la fusión nuclear y los reactores modulares.
  • Soluciones basadas en la naturaleza, como la reforestación y cultivos que capturen carbono.
  • Adaptación climática, como infraestructura resiliente y planificación urbana verde.

El documento también señala la urgencia de reformar el proceso multilateral liderado por las cumbres del clima (COP), que consideran ineficaz y dominado por debates semánticos improductivos. Proponen, en cambio, una cooperación internacional más focalizada entre los países con mayor capacidad de impacto –especialmente China, India y el sudeste asiático– para acelerar soluciones tecnológicas y financieras.

Financiamiento y realismo político

Uno de los puntos centrales del informe es la necesidad de redefinir el papel de las finanzas. Desde el desarrollo de mercados de carbono eficaces hasta el redireccionamiento de la filantropía hacia tecnologías disruptivas, el instituto plantea que el éxito climático dependerá menos de declaraciones simbólicas y más de decisiones económicas inteligentes y estratégicas.

Para lograrlo, hacen un llamado a construir una nueva coalición: tecnólogos, políticos y ciudadanos pragmáticos unidos no por consignas, sino por la voluntad de implementar soluciones reales. Y piden a los líderes políticos que abandonen el temor a ser etiquetados como “negacionistas” cuando señalan que las políticas actuales están fracasando. “El silencio de los sensatos ha dejado el campo libre a los extremos”, advierten.

¿Un nuevo liderazgo climático?

Desde el Tony Blair Institute explican que no se suman al coro del catastrofismo ni al negacionismo climático. Sino que su propuesta apunta a restablecer la credibilidad de las políticas ambientales con una mirada centrada en la entrega de resultados. Es por eso que dicen rechazar las exigencias poco realistas y proponen, en su lugar, una agenda de innovación, cooperación y ejecución efectiva.

Debemos salir de la retórica climática y entrar en la era de la entrega”, concluyen. En un escenario global polarizado, donde los avances parecen cada vez más lentos frente a una amenaza creciente, su propuesta apunta a recuperar el terreno perdido con una hoja de ruta que no se base en culpas ni prohibiciones, sino en soluciones tecnológicas, alianzas estratégicas y decisiones valientes.

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