Más de 3.000 casos judiciales están redefiniendo la política climática global, según el PNUMA

El litigio climático se ha convertido en una de las herramientas más influyentes para acelerar la acción climática y exigir rendición de cuentas a gobiernos y empresas. Así lo demuestra el nuevo informe “Climate Change in the Courtroom: Trends, impacts, and emerging lessons”, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Sabin Center for Climate Change Law de la Universidad de Columbia.

Según el documento, al 30 de junio de 2025 se han registrado 3.099 casos relacionados con el cambio climático en 55 jurisdicciones nacionales y 24 tribunales internacionales o regionales, un aumento sostenido frente a los 2.180 casos documentados en 2022, los 1.550 en 2020 y los 884 en 2017.

El litigio climático se ha transformado en una herramienta global poderosa para promover la acción climática y la rendición de cuentas”, afirmó Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA. “La transformación de nuestros sistemas energéticos, de movilidad, vivienda y alimentación debe ser un esfuerzo colectivo, guiado por la ciencia y respaldado por sistemas judiciales independientes”.

Nuevos frentes legales: del greenwashing a los centros de datos

La cuarta edición del informe, lanzada originalmente en 2017, analiza cómo la justicia está abordando nuevos temas emergentes, desde la publicidad engañosa sobre sostenibilidad (greenwashing) hasta los mercados de compensaciones de carbono y el impacto ambiental de los centros de datos con alto consumo energético. Los autores destacan que el campo del litigio climático se ha expandido para cubrir prácticamente todos los aspectos de la gobernanza climática y empieza a reflejarse también en litigios sobre biodiversidad y contaminación.

El peso creciente del Sur Global y las decisiones históricas

Aunque los casos provenientes del Sur Global aún representan menos del 10 % del total, su número crece de manera sostenida, señal de un fortalecimiento institucional y del acceso a la justicia climática en países en desarrollo. Entre los hitos recientes, el informe subraya la Opinión Consultiva de la Corte Internacional de Justicia, que aclara las obligaciones de los Estados frente al cambio climático y refuerza el reconocimiento judicial de la base científica de las reclamaciones climáticas, en particular aquellas sustentadas en la ciencia de la atribución, que vincula fenómenos meteorológicos extremos con las emisiones de gases de efecto invernadero.

Riesgos y contracorrientes: el auge del “anti-litigio climático”

El PNUMA también advierte sobre un fenómeno emergente: el “anti-litigio climático”, con demandas que buscan desregular protecciones ambientales o relegar los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) en decisiones de inversión. Preocupa especialmente el aumento de demandas contra activistas, periodistas y organizaciones civiles que se oponen a proyectos altamente emisores, un intento de frenar la participación pública en la acción climática.

En conjunto, el informe concluye que el litigio climático ya no es una excepción sino una fuerza estructural en la política ambiental global. Sus fallos y precedentes están definiendo las normas y obligaciones internacionales que marcarán la próxima década de acción climática.

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