Ante el creciente desafío de combatir el cambio climático, un nuevo informe de McKinsey & Company, en colaboración con el Foro Económico Mundial, destaca la importancia de los minerales críticos para la transición hacia energías limpias. Estos minerales, como el litio, el cobre y ciertos elementos de tierras raras, son fundamentales para tecnologías bajas en carbono, como los vehículos eléctricos y los paneles solares. Sin embargo, la escasez de suministro amenaza con frenar el avance hacia los objetivos climáticos globales y generar profundas desigualdades sociales y económicas, especialmente en países en desarrollo.

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El reporte, titulado “Securing Minerals for the Energy Transition: Unlocking the Value Chain through Policy, Investment and Innovation“, advierte sobre los desequilibrios entre la oferta y la demanda de estos recursos y subraya la necesidad de una colaboración multilateral y de soluciones innovadoras para garantizar un suministro sostenible y equitativo.
Demanda en auge y oferta insuficiente
Con el crecimiento de tecnologías limpias, la demanda de minerales críticos ha aumentado significativamente. Sin embargo, el informe señala que, aunque la producción ha crecido, ciertos elementos, como las tierras raras, enfrentan escasez que podría ralentizar el desarrollo de tecnologías clave. Para que el mundo cumpla con sus objetivos de energía limpia, será esencial intensificar la inversión en proyectos mineros, innovar en procesos de extracción y reciclaje, y fomentar la sustitución de materiales.
Michel Van Hoey, co-líder global de McKinsey en Metales y Minería, afirmó que desarrollar proyectos con una sólida base económica y bajos costos será crucial para cerrar la brecha entre la oferta y la demanda de minerales críticos. “Esto será esencial para el despliegue económico de tecnologías bajas en carbono a gran escala”, añadió.
Obstáculos financieros y regulatorios
El informe identifica tres barreras principales para asegurar un suministro estable de minerales críticos: los altos costos de inversión, los marcos regulatorios complejos y las dificultades para estandarizar criterios ESG. Los prolongados tiempos de permisos y la falta de infraestructura también frenan el desarrollo de nuevos proyectos mineros.
La falta de datos claros sobre la oferta y demanda de estos minerales agrava la situación, complicando las decisiones de inversión y la confianza entre los actores clave.
Colaboración como solución
El reporte subraya la necesidad de políticas dirigidas, apoyo financiero y simplificación de los procesos regulatorios. La colaboración entre sectores, gobiernos e instituciones es esencial para armonizar los estándares ESG y asegurar una cadena de suministro responsable.
El desafío es global y complejo, pero el potencial de los minerales críticos para impulsar la transición energética es enorme. Según Roberto Bocca, líder del Centro de Energía y Materiales del Foro Económico Mundial, “fomentar la colaboración entre industrias y gobiernos, y estimular la innovación y la inversión, puede desbloquear el potencial total de estos recursos, garantizando sostenibilidad y equidad en la cadena de suministro”.
El informe concluye que, solo mediante la acción colectiva y alianzas sólidas entre todos los actores involucrados —gobiernos, sector privado, organizaciones internacionales y comunidades locales—, será posible asegurar un suministro sostenible y justo de minerales críticos para el futuro energético del mundo.