La transición energética global ha impulsado una expansión sin precedentes en la demanda de minerales críticos como el litio, el níquel, el cobalto y las tierras raras. En este contexto, un nuevo análisis internacional advierte que el futuro del sector minero dependerá de su capacidad para operar con altos estándares ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), al tiempo que subraya que las compañías que reportan su desempeño en estas materias logran atraer más inversión.

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El sistema financiero, la gobernanza y la regulación de la exploración y extracción de minerales deben reformarse para garantizar mayores flujos de capital y una transición energética limpia, según los autores de un nuevo informe del Panel Internacional de Recursos, auspiciado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Con la extracción de minerales elevándose al 50 % del total anual de extracción mundial de materias primas —frente al 31 % en 1970—, financiar una minería responsable será clave para lograr una transición energética justa y exitosa.
La extracción de minerales se ha quintuplicado desde 1970, y se espera que el mercado de minerales críticos para la transición energética —los componentes esenciales de tecnologías limpias como paneles solares, turbinas eólicas y baterías— continúe expandiéndose rápidamente. Solo en 2023, la demanda de materiales como níquel, cobalto, grafito y elementos de tierras raras aumentó entre un 8 % y un 15 %. En el caso del litio, se estima que la demanda en 2050 será equivalente a nueve veces la producción mundial de 2022.
El informe, titulado “Financing the Responsible Supply of Energy Transition Minerals for Sustainable Development“, analiza la demanda, producción, comercio y financiamiento de minerales clave, destacando regiones de alta concentración como África, China y América del Sur, y presenta una serie de recomendaciones para impulsar el financiamiento y la inversión en minería responsable.
“La demanda de minerales y metales necesarios para la transición energética exige una industria minera que contribuya al desarrollo sostenible, respetando los derechos humanos y el medio ambiente. A través de las finanzas sostenibles, la minería responsable puede convertirse en la norma, no en la excepción”, afirmó Janez Potočnik, copresidente del Panel Internacional de Recursos (IRP, por su sigla en inglés).
La minería, una industria intensiva en capital y de alto riesgo, depende de diversas fuentes de financiamiento (públicas, privadas o una combinación de ambas) para cada etapa de un proyecto, incluyendo el cierre de minas, así como actividades ascendentes en la cadena de valor de minerales y metales, como instalaciones de procesamiento de minerales, plantas metalúrgicas y refinerías de metales.
Una encuesta realizada para este informe entre empresas vinculadas a la minería a gran escala confirma que mantener estándares ambientales se percibe como costoso, aunque la mayoría de las compañías considera que esto añadiría menos del 25 % a sus costos operativos. Sin embargo, la mayoría de los encuestados considera que la presentación de informes sobre aspectos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) atraerá a nuevos inversionistas. En este contexto, las grandes inversiones requeridas por las empresas mineras colocan al sector financiero en una posición sólida para ejercer presión sobre dichas compañías a fin de que tengan en cuenta su desempeño en materia de ESG.
El informe también señala que mejorar la circularidad en el sector podría reducir la demanda de minerales adicionales para la transición energética. Medidas como metas de reciclaje, financiamiento respaldado por gobiernos y ampliación de incentivos fiscales para infraestructura de reciclaje, estímulos para el ecodiseño o bonos verdes para financiar instalaciones de reciclaje pueden disminuir la necesidad de materiales vírgenes. Las asociaciones público-privadas, campañas de concienciación pública y la creación de una base de datos global sobre instalaciones de relaves mineros —en operación o clausuradas— también forman parte de los enfoques recomendados.
Aun con medidas de circularidad de gran alcance, la magnitud de inversión requerida sigue siendo considerable. Según la Agencia Internacional de Energía, alcanzar la neutralidad de carbono para 2050 requeriría inversiones en minerales para la transición energética de hasta USD 450 mil millones para 2030 y USD 800 mil millones para 2040.
El informe también recomienda mejorar los resultados ESG en la minería artesanal y en pequeña escala. Llama a aumentar la transparencia, formalizar el trabajo mediante procedimientos de licenciamiento adaptados localmente, fortalecer capacidades, y ofrecer incentivos fiscales, financiamiento, apoyo técnico, mayor participación local y acceso a datos geológicos y geoespaciales. Un marco internacional de sostenibilidad para esta industria podría ayudar a gestionar los riesgos ambientales y sociales, y mejorar el acceso a fuentes formales de financiamiento en su sector de minería artesanal y en pequeña escala.
Finalmente, el informe destaca la importancia de recompensar las prácticas mineras responsables, no solo para las empresas, sino también para sus comunidades anfitrionas. Los esfuerzos actuales en materia de ESG a menudo pasan desapercibidos o no son compensados en los mercados globales. Para abordar esta situación, el Panel recomienda esquemas de certificación e incentivos respaldados por los gobiernos, incluyendo políticas fiscales favorables y mejor acceso a los mercados.
Para fomentar el desempeño ESG, el informe recomienda específicamente:
- Fortalecer la capacidad de las instituciones financieras para reconocer y financiar operaciones mineras que cumplan con altos estándares ESG.
- Desarrollar un pasaporte digital de productos para todas las materias primas minerales y sus cadenas de valor, que incluya información ESG, basado en un protocolo estándar de presentación de informes.
- Informar sobre resultados financieros y ESG por sitio, con enfoque de género y de “valor compartido”, considerando también los derechos de los pueblos indígenas, conforme a un protocolo acordado por toda la industria.
- Incluir la minería que cumpla con altos estándares ESG en la lista de sectores elegibles para “finanzas sostenibles” y “finanzas climáticas” en las taxonomías financieras.
- Vincular las inversiones y el financiamiento minero con requisitos climáticos y positivos para la naturaleza, excluyendo la minería de las áreas protegidas.
- Permitir que las empresas con planes de transición ESG validados accedan a financiamiento sostenible y climático.
- Utilizar políticas fiscales, financieras y monetarias para apoyar la inversión en minería e infraestructura responsables, y promover el uso circular de los metales en la sociedad.
- Implementar un gravamen global ad valorem sobre todas las empresas para financiar un Fondo Minero para el Desarrollo Sostenible, que respalde formación, fortalecimiento de capacidades, asistencia legal para países en desarrollo, investigación, proyectos de innovación y transferencia tecnológica.
- Establecer una base de datos global sobre instalaciones de relaves mineros y rastrear la disponibilidad potencial de metales menores (o asociados).
- Forjar asociaciones mutuamente beneficiosas entre las comunidades y países anfitriones de las minas y los países importadores y procesadores.