En los últimos años, el sector del capital privado ha comenzado a asumir un rol más visible en cuestiones de sostenibilidad. Con más de 8,7 billones de dólares en activos bajo gestión, esta industria global se enfrenta a crecientes presiones para integrar prácticas sostenibles en sus inversiones. De acuerdo con el segundo informe anual “Sustainability in Private Equity”, publicado por Boston Consulting Group (BCG), tanto los socios generales (GPs) como los socios limitados (LPs) están priorizando cada vez más los temas relacionados con el medio ambiente y la responsabilidad social, lo que apunta a una tendencia que podría marcar el futuro de la industria.
El informe revela que el 85% de los LPs encuestados planea intensificar su enfoque en la sostenibilidad en los próximos tres años. Esta demanda de los inversores, combinada con los beneficios comerciales asociados a prácticas más sostenibles, ha obligado a las firmas de capital privado a reconsiderar su papel y estrategia en la creación de valor a largo plazo.
Progreso en medio de desafíos
Uno de los principales hallazgos del informe es que, si bien las firmas de capital privado han hecho avances en sostenibilidad, persisten importantes brechas, especialmente en la transición hacia la neutralidad de carbono. Según los datos recabados, solo el 22% de las empresas privadas bajo control de firmas de capital privado tienen implementada una estrategia de descarbonización, una cifra inferior al 29% de las empresas públicas. Sin embargo, aquellas que han adoptado medidas para reducir emisiones están logrando reducirlas a un ritmo más acelerado que sus contrapartes públicas, lo que sugiere que el modelo de inversión del capital privado puede ser eficaz para impulsar cambios rápidos.
Un área clave de avance es el aumento en el uso de energías renovables. En 2023, las empresas privadas que participan en la ESG Data Convergence Initiative reportaron que el 30% de la energía que utilizan proviene de fuentes renovables, un ligero incremento respecto al 28% del año anterior. A pesar de este progreso, todavía existen diferencias regionales significativas. Mientras que en Europa las empresas privadas obtienen un 22% de su energía de fuentes renovables, en América del Norte este porcentaje sigue siendo marginal, con solo un 1%.
El papel de los inversores
El interés creciente en la sostenibilidad no es solo una respuesta a las urgencias ambientales globales, sino también una consecuencia directa de las expectativas de los inversores. El informe señala que el 70% de los LPs cree que las empresas que gestionan adecuadamente los temas de sostenibilidad obtendrán una prima en su valoración. Esta percepción ha llevado al 40% de los LPs a destinar fondos específicamente a inversiones relacionadas con el clima. Sin embargo, la manera en que estos fondos se utilizan varía considerablemente: algunos LPs prefieren invertir en sectores con bajas emisiones, mientras que otros apuestan por proyectos que buscan transformar radicalmente sectores intensivos en carbono.
Según lo autores, el mensaje de los inversores es claro: la sostenibilidad ya no es una cuestión opcional, sino un componente integral de la evaluación y el éxito a largo plazo de las empresas.
Diversidad de género y creación de empleo
El informe también pone de relieve otros aspectos clave de sostenibilidad, como la diversidad de género y la creación de empleo. En lo que respecta a la diversidad en los niveles ejecutivos, el capital privado ha avanzado más que las empresas públicas: el 77% de las empresas respaldadas por capital privado cuentan con al menos una mujer en sus equipos directivos, frente al 64% de las empresas públicas. No obstante, las empresas privadas aún están rezagadas en términos de diversidad en los consejos de administración, donde solo el 61% tienen representación femenina, en comparación con el 89% en las empresas cotizadas.
En términos de empleo, las empresas controladas por capital privado también han superado a las públicas, creando cuatro nuevos empleos netos por cada 100 empleados, mientras que las empresas públicas han generado solo uno. Este dinamismo en la creación de empleo se ha mantenido a pesar de la desaceleración económica global.
Un largo camino por recorrer
A pesar de los avances, el informe de BCG subraya que queda mucho por hacer. El sector del capital privado, con su enfoque a largo plazo y su capacidad para influir en las decisiones de las empresas de su cartera, está en una posición única para liderar en la transición hacia modelos de negocio más sostenibles. Sin embargo, para continuar este progreso, es fundamental mejorar la recopilación de datos y la transparencia en las iniciativas de sostenibilidad.
“La capacidad del capital privado para generar valor mediante la sostenibilidad está clara, pero el verdadero impacto se alcanzará cuando esta integración se convierta en una ventaja competitiva para las firmas de inversión y las empresas que apoyan”, afirmó Ben Morley, coautor del informe.