En los últimos años, las principales empresas de combustibles fósiles se han convertido en el objetivo de una tendencia creciente en el ámbito judicial: el litigio climático. Un reciente análisis de la organización Zero Carbon Analytics revela que 86 demandas se han presentado contra algunas de las corporaciones más grandes del sector, incluyendo BP, Chevron, ExxonMobil, Shell y TotalEnergies. Desde que se firmó el Acuerdo de París en 2015, el número de estos casos ha aumentado considerablemente, casi triplicándose en menos de una década.
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Foto: Jan Zakelj / Pexels.
Este incremento en las demandas refleja la frustración de diversas comunidades y organizaciones ante lo que consideran una inacción por parte de las grandes petroleras para reducir su impacto ambiental. Según el informe “Big Oil in Court – The latest trends in climate litigation against fossil fuel companies“, los litigios se dividen principalmente en tres categorías: compensación por daños climáticos, acusaciones de publicidad engañosa y exigencias para la reducción de emisiones.
Compensación por daños: el impacto financiero para las petroleras
El estudio de Zero Carbon Analytics indica que el 38% de las demandas están relacionadas con la responsabilidad de las empresas por los daños derivados del cambio climático, como el aumento de fenómenos meteorológicos extremos. Estas demandas buscan obtener compensación financiera por los efectos adversos en las comunidades afectadas por la crisis climática. Este tipo de casos ha crecido notablemente, con solo tres demandas antes de 2017 y más de 30 presentadas desde entonces.
Para las empresas demandadas, el riesgo financiero es considerable. En caso de que los tribunales fallen a favor de las comunidades demandantes, las compañías podrían enfrentar pagos millonarios, lo que también afectaría a sus inversores. Este tipo de litigios está comenzando a rediseñar el paisaje legal al que se enfrentan las compañías de combustibles fósiles, al exponerlas a una nueva categoría de riesgos financieros y reputacionales.
Publicidad engañosa: demandas por transparencia corporativa
Otra tendencia destacada en los litigios climáticos son las acusaciones de publicidad engañosa. En el 16% de los casos, se acusa a las empresas de realizar afirmaciones falsas o engañosas sobre su compromiso con la sostenibilidad o su impacto ambiental. Desde el primer caso registrado en 2019, el número ha crecido rápidamente hasta alcanzar un total de 14 demandas. Casi todos los casos concluidos hasta la fecha han resultado en fallos en contra de las empresas o en la retirada de las campañas publicitarias cuestionadas.
Este tipo de litigios busca forzar a las petroleras a ser más transparentes sobre sus prácticas y sus promesas ambientales. Los demandantes argumentan que las compañías han utilizado la publicidad para proyectar una imagen de compromiso con el medio ambiente, mientras continúan con prácticas que contribuyen al cambio climático.
Reducción de emisiones: fallos que desafían a las petroleras
Una de las áreas más recientes y notables en el ámbito del litigio climático es la exigencia de reducción de emisiones. El 12% de los casos presentados buscan que las empresas alineen sus objetivos de reducción de emisiones con los establecidos en el Acuerdo de París. Un ejemplo destacado es el fallo de un tribunal holandés en 2021, que ordenó a Shell reducir sus emisiones en un 45% para 2030, incluyendo las emisiones derivadas de los productos que vende. Shell ha apelado esta decisión, pero el caso podría sentar un precedente importante en el marco de la responsabilidad corporativa frente a la crisis climática.
Hasta ahora, se han presentado 10 casos relacionados con la reducción de emisiones, y se espera que este número continúe en ascenso, dado el creciente escrutinio sobre las empresas de combustibles fósiles para que reduzcan su impacto ambiental.
El auge de los litigios climáticos
El estudio de Zero Carbon Analytics subraya que el uso de los tribunales para abordar el cambio climático ha crecido sustancialmente desde la firma del Acuerdo de París. Las demandas no solo buscan compensaciones económicas, sino que también intentan obligar a las empresas a modificar sus políticas y prácticas en relación con la producción de combustibles fósiles y la reducción de emisiones.
Geográficamente, más de la mitad de estos casos se han presentado en Estados Unidos, mientras que otro 24% corresponde a Europa. Este patrón refleja tanto los marcos regulatorios de cada región como la ubicación de las principales sedes de las empresas demandadas.
ExxonMobil y Shell encabezan la lista de las compañías más demandadas, con 43 y 42 casos, respectivamente. Otras empresas, como Repsol, Equinor y Woodside, también figuran en la lista, aunque con un menor número de litigios. Según Zero Carbon Analytics, las demandas suelen concentrarse en las compañías con mayor volumen de producción de combustibles fósiles y, por tanto, mayor responsabilidad en la emisión de gases de efecto invernadero.
El futuro incierto para las grandes petroleras
En la opinión de Zero Carbon Analytics , a medida que continúan surgiendo más demandas, el futuro de las grandes petroleras se vuelve cada vez más incierto. Los litigios climáticos representan una amenaza no solo para las finanzas de las empresas, sino también para su reputación y modelo de negocio. A pesar de que muchas de las compañías han apelado los fallos en su contra, el aumento de estos litigios podría forzarlas a implementar cambios significativos en sus operaciones para alinearse con las expectativas internacionales en materia de responsabilidad ambiental.