Ranking QS de Sostenibilidad: una oportunidad estratégica para las universidades argentinas

En el presente artículo de opinión, Pablo Centenari —consultor en PC Sostenibilidad— plantea que las universidades argentinas no solo deben ser centros de conocimiento, sino también actores clave en la construcción de un futuro más justo y sostenible. A partir del escaso desempeño de dichas instituciones en el Ranking QS de Sostenibilidad 2025, el autor invita a repensar el rol estratégico de estas evaluaciones globales como herramientas para visibilizar avances, identificar brechas y potenciar el posicionamiento internacional.

Foto: Pablo Centenari, Consultor en PC Sostenibilidad.

En tiempos marcados por la crisis climática, la desigualdad social y la desinformación, las universidades tienen un papel protagónico. Son faros de conocimiento y pensamiento crítico, pero también pueden y deben ser motores de transformación hacia un futuro más justo y sostenible.

En este escenario, el Ranking de Sostenibilidad de Universidades elaborado por Quacquarelli Symonds (QS) emerge como una herramienta clave para visibilizar el compromiso real de las instituciones de educación superior con los desafíos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) que plantea la Agenda 2030.

Participación limitada, potencial inmenso

En la edición 2025 del ranking, solo 11 universidades argentinas dijeron presente, de un universo de más de 120. Menos del 10%. De ese total, nueve son públicas y apenas dos privadas. Y solo una —la Universidad de Buenos Aires (UBA)— logró ubicarse dentro de las primeras 900 de las 1.794 evaluadas a nivel global.

Estos datos hablan por sí solos: Argentina todavía está lejos de aprovechar estos rankings como motores de mejora institucional y posicionamiento internacional.

Un espejo que interpela

Mientras países como Brasil, México o Chile logran posicionar múltiples universidades en los primeros tramos del ranking, la Argentina observa desde atrás. Y no por falta de capacidad ni compromiso. En mi opinión, falta una estrategia institucional articulada para participar activamente en este tipo de evaluaciones globales.

Porque el QS de Sostenibilidad no mide solo reputación académica. Evalúa también dimensiones concretas como:

  • Producción científica alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
  • Estrategias ambientales: reducción de GEI, uso de energías renovables, metas de carbono neutral
  • Aspectos sociales: inclusión, empleabilidad, salud y bienestar
  • Gobernanza institucional

Muchas universidades argentinas ya trabajan en estos ejes. Pero lo hacen de forma fragmentada, sin sistematización ni visibilidad internacional.

¿Para qué participar de los rankings de sostenibilidad?

Participar no es solo una cuestión de prestigio. Es una decisión estratégica, con múltiples beneficios:

  • Visibilizar logros: Comunicar de forma estructurada impactos positivos en sostenibilidad.
  • Medir para mejorar: Contar con una línea de base clara permite detectar brechas y orientar políticas.
  • Atraer talento: Estudiantes y docentes buscan instituciones comprometidas con los desafíos del presente.
  • Acceder a financiamiento: La sostenibilidad abre puertas a fuentes de financiamiento más accesibles y diversificadas.

¿Por dónde empezar?

El primer paso es reconocer que mucho de lo que ya se hace en sostenibilidad no está siendo medido ni comunicado adecuadamente. De allí la importancia de:

  • Compromiso institucional y diagnóstico inicial. El respaldo de las autoridades universitarias es clave. La sostenibilidad debe formar parte del proyecto institucional, no de esfuerzos aislados. Luego, hay que relevar iniciativas existentes, identificar los indicadores clave del ranking y establecer una línea de base. Este ejercicio permitirá detectar fortalezas, brechas y oportunidades de mejora.
  • Incorporación al Plan Estratégico. Definir metas, responsables y plazos. La sostenibilidad debe permear la gestión, la docencia, la investigación y la vinculación con la comunidad. De forma transversal, clara y con indicadores que permitan evaluar avances de forma continua.

El momento es ahora

Incorporar la sostenibilidad de manera transversal en el mundo universitario ya no es un lujo ni una moda. Es una necesidad. El verdadero salto llegará cuando más universidades —públicas y privadas— asuman el desafío de medirse, compararse y mejorar, edición tras edición.

Argentina tiene una tradición de excelencia en educación superior. Hoy tiene, además, la oportunidad de liderar desde el sur una transformación global hacia el desarrollo sostenible. Solo necesita dar el paso.

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