Viraje conceptual: La administración Trump se aleja del negacionismo del cambio climático

En un discurso que marca un aparente giro en la retórica oficial, la administración Trump ha reconocido que el cambio climático es un fenómeno global originado como efecto colateral de la construcción del mundo moderno, aunque sigue rechazando las políticas ambientales de la administración anterior por considerarlas dañinas para la economía estadounidense.

Foto: Chris Wright, al pronunciar un discurso durante la conferencia anual CERAWeek 2025.

El Secretario de Energía, Chris Wright, al pronunciar un discurso durante la conferencia anual CERAWeek 2025 en Houston, subrayó que el gobierno de Trump no es negacionista del cambio climático. Wright se describió a sí mismo como un “realista climático” y enfatizó que la administración actual pretende abordar la temática con un enfoque más pragmático y menos “cuasi-religioso” que el de su predecesora.

El cambio climático es un fenómeno físico global que ha surgido como un efecto secundario de la construcción del mundo moderno“, declaró Wright. “Hemos elevado la concentración de CO2 en la atmósfera en un 50% mientras más que duplicábamos la esperanza de vida humana, sacábamos a millones de personas de la pobreza extrema y lanzábamos la medicina moderna, las telecomunicaciones, el transporte aéreo, ferroviario y automotriz“.

En su discurso, Wright argumentó que cualquier política climática debe basarse en cálculos rigurosos y no en lo que describió como “políticas irracionales que imponen sacrificios interminables a nuestros ciudadanos“. También criticó las medidas impulsadas por la administración Biden, afirmando que sus beneficios en la reducción de la temperatura global para 2100 serían mínimos.

El funcionario indicó que el gobierno está comprometido con una política energética que impulse la producción nacional y garantice el acceso a energía asequible y confiable. “Nosotros necesitamos más energía. Mucha más energía“, declaró Wright, al tiempo que mencionó la importancia de los combustibles fósiles como el gas natural para garantizar el bienestar económico de Estados Unidos y sus aliados.

La postura de la administración Trump, aunque admite la contribución humana al cambio climático, se centra en rechazar políticas que, en su opinión, sacrifican el desarrollo económico en nombre de reducciones marginales en las emisiones globales.

Estamos comprometidos con políticas energéticas que beneficien a nuestros ciudadanos y aliados, sin imponer restricciones que destruyan empleos y eleven los costos de vida“, afirmó Wright.

La pregunta que persiste es si este giro retórico de la administración Trump será suficiente para convencer tanto a la comunidad científica como a sus críticos más feroces, quienes señalan que el reconocimiento de la influencia humana en el cambio climático sin un plan concreto para reducir las emisiones resulta insuficiente.

Contenido relacionado

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad