Las reglas del juego están cambiando: así avanza el nuevo mapa regulatorio global en sostenibilidad

Las regulaciones en materia de sostenibilidad han dejado de ser una aspiración voluntaria para convertirse en un imperativo legal con efectos cada vez más globales. Así lo muestra la tercera edición del “Global Regulations Radar”, elaborado por ERM a través del Sustainability Institute, que ofrece una visión estratégica sobre las normativas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), así como de salud y seguridad ambiental (EHS), que están marcando el rumbo para las empresas con operaciones internacionales.

Este panorama regulatorio, en rápida evolución, refleja un cambio estructural: de las iniciativas voluntarias hacia obligaciones vinculantes. Pero también evidencia un fenómeno más complejo: si bien la cobertura geográfica de estas normas se expande, su implementación es desigual y cada vez más fragmentada.

Un mundo regulado, pero asimétrico

Europa sigue liderando el camino. El bloque comunitario mantiene su papel como referente normativo con marcos robustos y bien definidos. La atención se centra en la propuesta Omnibus, que introduce una pausa (“stop-the-clock”) en los plazos de cumplimiento de ciertas obligaciones de divulgación. Aunque esta medida busca dar mayor margen a las empresas, anticipa una nueva ola de ajustes regulatorios, con actualizaciones clave previstas para consulta pública a finales de julio.

En contraste, la dinámica en Estados Unidos se muestra más incierta. El entorno regulatorio está influido por cambios políticos, debates sobre compromisos climáticos internacionales y una acción normativa fragmentada. Aun así, el Radar destaca avances puntuales, como las órdenes ejecutivas en curso y regulaciones estatales clave, como el Climate Corporate Data Accountability Act (SB 253) y el Climate Related Financial Risk Act (SB 261) en California.

Expansión silenciosa en otras regiones

Más allá de las potencias tradicionales, la tercera edición del Radar amplía su foco hacia regulaciones emergentes en distintas latitudes. En África, destaca el nuevo reglamento sobre mercados de carbono de Kenia; en Asia-Pacífico, se incorpora la adopción de los SSBJ Standards de Japón. En Oriente Medio, sobresale la Ley Federal N.º 11 de 2024 de Emiratos Árabes Unidos para mitigar los efectos del cambio climático. En América del Norte, además de EEUU, se analizan las normas sobre responsabilidad extendida del productor, y en Europa se incluyen actualizaciones sobre la Directiva de Tratamiento de Aguas Residuales Urbanas y la regulación de envases y residuos de envases (PPWR).

Este mosaico regulatorio permite a las empresas anticipar riesgos, asignar recursos estratégicamente y cumplir con los cronogramas exigidos, transformando la obligación legal en una oportunidad para generar valor corporativo.

El desafío de la fragmentación

A pesar del progreso, el Radar advierte que el impulso regulatorio ha entrado en una nueva fase, más incierta. El avance de las normas ESG y EHS sigue siendo ágil, sobre todo en temas de divulgación y responsabilidad, pero enfrenta obstáculos derivados de la reconfiguración de prioridades globales: seguridad energética, resiliencia económica y tensiones geopolíticas están marcando el paso.

Este escenario obliga a las compañías a operar en un entorno donde coexisten niveles muy distintos de ambición normativa, plazos divergentes y enfoques regulatorios en conflicto. En otras palabras, cumplir ya no basta: se requiere una estrategia de cumplimiento inteligente, global y adaptable.

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