HSBC presentó una versión actualizada de su Plan de Transición Climática hacia el Cero Neto (Net Zero Transition Plan, NZTP), en la que reafirma su compromiso de convertirse en un banco con emisiones netas cero para 2050. El anuncio se produce pocos meses después de que la entidad decidiera extender por 20 años sus metas de descarbonización en su cadena de valor y abandonara la Net-Zero Banking Alliance (NZBA), la coalición de bancos impulsada por Naciones Unidas para alinear el financiamiento con los objetivos del Acuerdo de París.

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El nuevo plan busca —según el banco— ofrecer un enfoque “más pragmático y comercialmente realista” ante un panorama global “más desigual” en materia de transición climática. “Nuestro plan actualizado se basa en una comprensión más profunda de las necesidades de transición de nuestros clientes y en las oportunidades comerciales que ofrece la descarbonización de la economía”, señaló Georges Elhedery, director ejecutivo del grupo.
Un giro tras meses de revisión y críticas
La actualización llega en un contexto de revisión interna de los compromisos climáticos del banco británico. En febrero, HSBC anunció que retrasaría hasta 2050 su meta de alcanzar el cero neto en sus operaciones y cadena de suministro —originalmente fijada para 2030—, al reconocer la dificultad de reducir sus emisiones indirectas sin recurrir de manera excesiva a compensaciones de carbono.
Pocos meses después, en julio, la entidad comunicó su salida de la Net-Zero Banking Alliance, convirtiéndose en el primer gran banco del Reino Unido en abandonar la coalición. La decisión se produjo tras una oleada de retiros por parte de instituciones financieras norteamericanas presionadas por campañas políticas contrarias a las políticas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG).
A pesar de estas decisiones, HSBC sostuvo que mantiene su ambición de largo plazo: “Seguimos comprometidos con apoyar a nuestros clientes en sus objetivos de transición y con alcanzar el cero neto en 2050”, afirmó la entidad en su comunicado.
Un enfoque “más flexible y orientado al cliente”
El plan actualizado se estructura sobre tres pilares: apoyo a los clientes, integración del cero neto en la operación del banco y colaboración con socios para crear un entorno propicio. Entre las novedades, destaca la revisión de los objetivos intermedios de reducción de emisiones financiadas, que pasan de metas fijas a rangos objetivo, en función de la evolución científica y sectorial.
Asimismo, HSBC lanzó una nueva estrategia para clientes corporativos e institucionales, orientada a canalizar capital hacia sectores con mayor impacto real en la economía. El banco también publicó un nuevo Marco de Políticas de Riesgo de Sostenibilidad, que unifica los criterios de gestión de riesgos climáticos y sociales, y anunció que está explorando métricas adicionales para medir la relación entre financiamiento a energías limpias y a combustibles fósiles.
Avances y desafíos
Desde 2020, HSBC ha movilizado más de 447.000 millones de dólares en financiamiento sostenible, con un objetivo de entre 750.000 millones y un billón de dólares para 2030. También ha reducido en un 30% las emisiones financiadas de su balance y en un 76% las emisiones directas de sus operaciones respecto a 2019.
No obstante, la decisión de posponer metas y salir de la NZBA ha generado cuestionamientos sobre la coherencia de su estrategia climática. Analistas señalan que el nuevo plan refleja una tendencia entre grandes bancos globales a ajustar sus ambiciones ante las presiones políticas, regulatorias y de mercado.
Con este movimiento, HSBC busca reposicionarse como un actor “más ágil y centrado en el cliente” en la transición hacia una economía baja en carbono, aunque sus recientes decisiones dejan abierta la pregunta de si el sector financiero podrá mantener la ambición necesaria para cumplir los compromisos del Acuerdo de París.


