Una alianza entre Natura, WEG y ATAIC inaugura en Pará una planta pionera que apuesta por la energía solar y la valorización de la bioeconomía en la región.

Foto: Créditos WEG.
Aislada por las aguas del río Amazonas y accesible solo por barco, la comunidad de Ilha das Cinzas, en el archipiélago de Marajó, acaba de convertirse en escenario de una experiencia pionera de desarrollo sustentable en la Amazonia. Una alianza entre la empresa de cosméticos Natura, el fabricante de tecnologías energéticas WEG y la Asociación de Trabajadores Agroextractivistas de Ilha das Cinzas (ATAIC) permitió inaugurar una agroindustria impulsada por energía solar, con capacidad de almacenamiento en baterías, que beneficiará directamente a 470 familias de la región.
El nuevo complejo representa una innovación tecnológica y social. Equipado con un sistema fotovoltaico aislado de la red eléctrica, la planta transforma la radiación solar en energía, almacenándola en baterías que garantizan electricidad incluso durante la noche o en días nublados. Este modelo reduce drásticamente la dependencia de generadores diésel —hasta ahora la única fuente de energía confiable en la comunidad— y fortalece la autonomía energética local.
Pero el impacto va más allá del acceso a energía limpia. La nueva infraestructura permite a ATAIC procesar aceites y mantequillas a partir de materias primas como murumuru, ucuuba y patauá, en lugar de vender simplemente las semillas. Esto incrementa el valor agregado de los productos, elevando los ingresos de las familias hasta en un 60 %, según estimaciones de los responsables del proyecto.
“Esta agroindustria solar materializa nuestra estrategia de impulsar negocios con menor impacto ambiental y con compromiso social”, afirmó Angela Pinhati, directora de Sustentabilidad de Natura. La empresa, que actúa en la Amazonia desde hace 25 años, ve en este proyecto una muestra concreta del potencial de la bioeconomía como respuesta al cambio climático, en línea con los temas que se debatirán en la próxima COP30, que se celebrará en Belém en 2025.
WEG, por su parte, aportó el sistema fotovoltaico y el conocimiento técnico para su implementación, en colaboración con su socio W-Energy. “Este modelo es replicable en otras regiones amazónicas. Es un ejemplo de cómo la transición energética puede generar valor social, económico y ambiental”, señaló Daniel Godinho, director de Sustentabilidad y Relaciones Institucionales de la compañía.
Uno de los componentes clave del proyecto fue la formación de los propios habitantes para operar y mantener la tecnología. Equipos técnicos de Natura y WEG capacitaron a los residentes, fomentando también la participación de jóvenes y mujeres en las actividades productivas. ATAIC, que desde hace nueve años mantiene una alianza con Natura, ya había dado pasos significativos en sustentabilidad con iniciativas de tratamiento de agua, gestión de residuos y producción de biometano. Con la nueva agroindustria, consolida una infraestructura local orientada al desarrollo con baja huella ambiental.
“El complejo es un verdadero laboratorio de tecnologías sociales”, sostuvo Francisco Malheiros, presidente de ATAIC. “Con esta iniciativa reafirmamos nuestro compromiso con el desarrollo sustentable, el fortalecimiento de las comunidades tradicionales y la preservación del bosque en pie”.
El objetivo ahora es que esta experiencia se multiplique. La alianza espera que la agroindustria solar de Ilha das Cinzas sirva como modelo para otros territorios de la Amazonia, donde el acceso a la energía y el desarrollo económico siguen siendo desafíos profundos. Desde la selva, un nuevo horizonte sustentable comienza a tomar forma.