El marco normativo en materia de sostenibilidad y gobernanza corporativa sigue en transformación. Mientras algunas regiones avanzan con regulaciones más estrictas para reforzar la transparencia y la rendición de cuentas de las empresas, el contexto político y la creciente reacción en contra de las políticas ESG amenazan con frenar o revertir algunas iniciativas clave.

El Global Regulations Radar, informe semestral del ERM Sustainability Institute, identifica las regulaciones que tendrán mayor impacto en las empresas globales en 2025 y anticipa cambios significativos que definirán el futuro del cumplimiento normativo.
Europa: más control sobre sustentabilidad y deforestación
La Unión Europea continúa endureciendo su marco regulatorio con medidas que apuntan a la transparencia y la protección ambiental. La Directiva de Declaraciones Verdes exigirá que las afirmaciones de sostenibilidad sean verificables, mientras que la Regulación sobre Productos Libres de Deforestación prohibirá la importación de productos ligados a la destrucción de bosques. Además, la Ley de Restauración de la Naturaleza establecerá objetivos vinculantes para la recuperación de ecosistemas degradados.
En paralelo, la UE ha anunciado en noviembre de 2024 la consolidación de tres regulaciones clave—la Directiva de Diligencia Debida en Sostenibilidad Corporativa (CSDDD), la Directiva de Reporte de Sostenibilidad Corporativa (CSRD) y la Taxonomía de la UE—en una única ley ómnibus. La iniciativa, cuyo borrador detallado se espera para febrero de 2025, busca reducir la carga administrativa para las empresas y crear un marco más coherente.
América del Norte: incertidumbre política y retrocesos regulatorios
Estados Unidos enfrenta un panorama incierto en materia ESG. La Ley de Prevención del Trabajo Forzado Uigur seguirá restringiendo importaciones vinculadas al trabajo forzado en China, mientras que la normativa de OSHA sobre prevención de enfermedades por calor reforzará la protección de los trabajadores ante temperaturas extremas.
Sin embargo, otras medidas clave podrían quedar en suspenso. La normativa de divulgación climática de la SEC, que obligaría a las empresas que cotizan en bolsa a reportar emisiones de gases de efecto invernadero y riesgos climáticos, estaba prevista para principios de 2025. No obstante, el presidente Donald Trump ha prometido pausarla indefinidamente, lo que podría alterar drásticamente su implementación.
Algo similar ocurre con el programa de reducción de emisiones de metano de la EPA, diseñado para endurecer los controles sobre la industria del petróleo y gas. Programado para entrar en vigor en la segunda mitad de 2025, este plan enfrenta oposición desde la Casa Blanca, con intentos de revertir las regulaciones de la EPA y frenar el impuesto al metano estipulado en la Ley de Reducción de la Inflación (IRA).
América Latina: avances en transparencia empresarial
México ha dado un paso significativo con la implementación de los Estándares de Información de Sostenibilidad, que obligarán a las empresas a divulgar datos detallados sobre su impacto ambiental y social. Esta regulación se alinea con las tendencias globales, pero también responde a la necesidad de combatir problemas regionales como la falta de información sobre emisiones y el cumplimiento de estándares laborales.
Asia-Pacífico: mecanismos de mercado y reporte climático
El enfoque en la región combina regulaciones climáticas con estrategias de mercado. En Malasia, el gobierno trabaja en una Ley de Cambio Climático para establecer un marco de acción climática a nivel nacional. Japón, por su parte, lanzará su propio sistema de comercio de emisiones (GX-ETS), una medida que busca incentivar la descarbonización industrial. En Nueva Zelanda, la Parte 7A de la Ley de Conducta de Mercados Financieros exigirá a las empresas informar sobre sus riesgos y estrategias climáticas, estableciendo un estándar más estricto de transparencia.
Tendencias globales: un escenario fragmentado
Más de 30 jurisdicciones han decidido adoptar o están en proceso de integrar los estándares del International Sustainability Standards Board (ISSB) en sus marcos regulatorios. Estas jurisdicciones representan:
- 57 % del PIB global
- Más del 40 % de la capitalización bursátil mundial
- Más del 50 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero
No obstante, la creciente polarización política en torno a las políticas ESG podría frenar algunos avances. Mientras Europa refuerza su enfoque regulatorio, en Estados Unidos y otras regiones persisten las tensiones entre los objetivos de sostenibilidad y la presión por reducir costos y cargas administrativas.
El Global Regulations Radar advierte que la incertidumbre política y las diferencias entre mercados complicarán la planificación corporativa en 2025. Para las empresas, el reto no será solo cumplir con regulaciones cada vez más complejas, sino también adaptarse a un entorno normativo en constante cambio.