En el marco de la reanudación de la COP16 del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), se anunció en Roma la creación del Fondo Cali, un mecanismo innovador que implica una contribución económica por parte de las empresas que utilizan información de secuencias digitales (DSI) de recursos genéticos con fines comerciales. Este fondo marca un hito en la financiación de la biodiversidad y supone nuevos desafíos y oportunidades para el sector privado.

Foto: cuenta oficial de UN Biodiversity en X.
¿Cómo funcionará el Fondo Cali?
El acuerdo logrado establece que las empresas deben destinar el 1% de sus ganancias o el 0,1% de sus ingresos al fondo de financiación. Este aporte podría sumar miles de millones de dólares a nivel mundial, abarcando todos los sectores que están involucrados. El Fondo será operado por las Naciones Unidas y canalizará el dinero aportado hacia la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad.
Los fondos recaudados se utilizarán para impulsar la implementación del Convenio sobre la Diversidad Biológica y el Marco Kunming Montreal, promoviendo la protección de la biodiversidad en todo el mundo. Se estima que al menos el 50% de los recursos se destine a pueblos indígenas y comunidades locales, quienes desempeñan un papel fundamental en la conservación de la biodiversidad.
Empresas obligadas a contribuir
Las grandes corporaciones que comercializan productos derivados de DSI en sectores clave como farmacéutica, cosmética, biotecnología agrícola e industrial, y servicios técnicos y científicos relacionados con la información genética, deberán aportar una porción de sus ingresos al Fondo Cali. Sin embargo, entidades académicas, bases de datos públicas y empresas que no dependan del uso de DSI quedarán exentas de esta obligación.
Impacto en el sector privado
Este nuevo esquema de financiamiento supone un cambio en la relación entre las empresas y la biodiversidad. Por un lado, introduce una carga económica adicional para las compañías que dependen de la información genética. Por otro, les ofrece la oportunidad de posicionarse como líderes en sostenibilidad y responsabilidad ambiental, en un contexto donde los consumidores valoran cada vez más el compromiso ecológico de las marcas.
Elizabeth Mrema, Directora Adjunta del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), destacó que las empresas que contribuyan al fondo “serán reconocidas como pioneras y cosecharán beneficios en un mundo donde la responsabilidad ambiental es cada vez más valorada“.
Desafíos y perspectivas
La implementación del Fondo Cali abre interrogantes sobre su impacto real en la financiación de la biodiversidad y la capacidad de las empresas para adaptarse a esta nueva obligación económica. La transparencia en la gestión de los fondos y la claridad en la determinación de las contribuciones serán claves para su éxito.
El sector empresarial enfrenta así un nuevo paradigma en el que la utilización de recursos genéticos conllevará una responsabilidad financiera directa. La manera en que las corporaciones respondan a este reto definirá su papel en la conservación de la biodiversidad global en los próximos años.