En el cierre de un año marcado por la urgencia climática y la revolución tecnológica, las grandes corporaciones se enfrentan a desafíos ambientales y estratégicos que redefinen sus prioridades. Un reciente análisis de ERM revela cuatro fuerzas que están moldeando este panorama: la creciente demanda de energía impulsada por la inteligencia artificial, el aumento en las regulaciones contra el “greenwashing” en plásticos, la necesidad de estrategias de adaptación frente al clima extremo y la presión por descarbonizar las cadenas de suministro.
Según el informe “Sustainability Trends Quarterly Outlook – October 2024“, estas tendencias no solo trazan el camino hacia la sostenibilidad, sino que también evidencian las tensiones y dilemas que enfrentan las empresas en su intento de equilibrar responsabilidad ambiental y crecimiento.
- La inteligencia artificial y la creciente demanda de energía limpia. El despliegue acelerado de la inteligencia artificial (IA) está impulsando el consumo energético global a niveles sin precedentes, según el informe. La necesidad de energías limpias para alimentar los sistemas de IA se enfrenta a un dilema: mientras las empresas y gobiernos avanzan en la descarbonización, el aumento de la demanda está llevando, en algunas regiones, a una dependencia de fuentes fósiles. La paradoja entre sostenibilidad y el crecimiento de la IA plantea una tensión que los responsables de políticas energéticas y empresas deberán resolver a corto plazo.
- Aumento de la presión sobre los reclamos de sostenibilidad en los plásticos. El estudio también documenta el incremento en el escrutinio regulador y legal sobre las afirmaciones de sostenibilidad en plásticos. Con el objetivo de frenar el “greenwashing” –publicidad engañosa que infla los logros ambientales de productos y servicios–, tanto los reguladores como los tribunales han comenzado a sancionar declaraciones ambiguas o exageradas. Ante esta presión, algunas empresas han retrocedido en compromisos públicos previamente anunciados, mientras que otras se han visto obligadas a innovar en el desarrollo de alternativas verdaderamente sostenibles.
- Clima extremo y la urgencia de la adaptación corporativa. Otro aspecto clave que revela el informe es el impacto financiero de los fenómenos climáticos extremos, cada vez más frecuentes y destructivos. Las empresas, conscientes del riesgo, están adoptando medidas de adaptación y resiliencia para minimizar pérdidas económicas futuras. Estas estrategias, según ERM, buscan reducir costos de capital y proteger sus operaciones frente a una realidad climática que no parece ceder. Con esta tendencia, la adaptación al cambio climático se convierte en una prioridad de supervivencia, especialmente para sectores vulnerables a sequías, incendios y tormentas.
- Descarbonización a lo largo de la cadena de suministro: un reto geopolítico. La reducción de emisiones en la cadena de suministro, una tendencia que ya no se limita a la operación directa de las empresas, se ha intensificado en los últimos meses. Las corporaciones están exigiendo a sus proveedores cumplir con objetivos de sostenibilidad, lo que significa que la presión por descarbonizar se expande a cada eslabón de sus operaciones globales. Sin embargo, el informe destaca que las crecientes tensiones geopolíticas están obligando a las empresas a reconsiderar su dependencia de ciertas regiones y proveedores, lo que supone compromisos complejos entre los objetivos ambientales y la necesidad de diversificar cadenas de suministro en un clima internacional cada vez más incierto.
Al documentar estas cuatro tendencias, el informe de ERM ofrece una radiografía del momento actual en sostenibilidad. Entre dilemas energéticos, conflictos regulatorios y una adaptación constante al clima extremo, queda claro que las empresas enfrentan un contexto donde la sostenibilidad es ineludible y cada vez más costosa.
Según los autores, con el 2024 acercándose a su fin, los líderes empresariales tendrán que adaptarse a un entorno que exige tanto innovación como compromiso real con un futuro menos dependiente de los recursos fósiles y más resiliente frente a los desafíos ambientales.