En el cierre del calendario anual de actividades de la Red INTEGRARSE, Juan Pablo Morataya, Director Ejecutivo de CentraRSE, abrió el webinar regional “Finanzas sostenibles: avances y oportunidades en Centroamérica” con un mensaje enfocado en el rol estratégico que el capital puede jugar en la transformación sostenible de la región. Su intervención, pensada como una introducción para públicos tanto iniciados como nuevos en la temática, delineó el mapa del momento que atraviesa Centroamérica en materia de finanzas sostenibles y los desafíos que se proyectan para los próximos años.

Foto: Juan Pablo Morataya, Director Ejecutivo de CentraRSE.
Morataya destacó que la Red INTEGRARSE —que reúne a más de 900 empresas dedicadas a promover la sostenibilidad empresarial en Centroamérica y el Caribe— se ha consolidado como un espacio clave de articulación entre actores públicos, privados y financieros. “Este evento refleja nuestro compromiso compartido por impulsar una economía más próspera y respetuosa con el entorno”, afirmó al iniciar.
Las finanzas sostenibles como nueva arquitectura del capital
En su análisis, Morataya definió a las finanzas sostenibles como “el motor que está redefiniendo la relación entre el capital y el impacto”. Subrayó que no se trata de añadir un sello verde a productos financieros, sino de integrar de manera estratégica criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en todas las decisiones de inversión y crédito.
Este enfoque, enfatizó, reconoce que los riesgos ambientales y sociales son también riesgos financieros. A la vez, abre oportunidades significativas para el desarrollo económico regional en la próxima década: eficiencia energética, economía circular, acceso a servicios esenciales, nuevos mercados y productos con mayor demanda por parte de consumidores conscientes.
Competitividad, financiamiento y talento: las ventajas directas para las empresas
El ejecutivo de CentraRSE remarcó que la sostenibilidad dejó de ser un costo para convertirse en “una palanca de competitividad y una garantía de liderazgo estratégico”. Entre los beneficios concretos para el sector productivo, enumeró:
- Mejor gestión del riesgo: empresas más preparadas para anticipar crisis climáticas y sociales.
- Acceso a capital y mejores condiciones: los mercados e inversionistas globales priorizan compañías con sólido desempeño ESG, lo que habilita líneas de financiamiento específicas y, en algunos casos, tasas más competitivas, como sucede con los bonos temáticos.
- Eficiencia operativa y nuevos mercados: inversiones en eficiencia energética y procesos sostenibles no solo reducen impactos, sino que generan ahorros y abren puertas a nuevas oportunidades comerciales.
- Gestión del talento y reputación: un compromiso genuino con la sostenibilidad atrae y retiene talento, además de fortalecer la credibilidad corporativa.
Avances regionales: bonos soberanos, carteras verdes y marcos regulatorios
Morataya también presentó indicadores que muestran el dinamismo de la región. Señaló como hito clave la primera emisión de un bono sostenible de Guatemala, que captó más de USD 800 millones en el mercado internacional. A esto se suman los avances del sector financiero, con instituciones que ya han canalizado más de USD 27 mil millones en carteras verdes y sociales, muchas destinadas a micro, pequeñas y medianas empresas.
El desarrollo de marcos regulatorios, guías y mejores prácticas —promovidos por CentraRSE y las organizaciones que integran la red— ha sido otro de los pilares. En particular, resaltó el impulso a las taxonomías voluntarias verdes y sociales, que funcionan como brújulas para orientar las inversiones compatibles con la transición sostenible.
Un mensaje directo a empresas y sector financiero
Hacia el final de su intervención, Morataya dejó dos llamados a la acción. Para las empresas, sostuvo que su desempeño ESG es la “materia prima” de las finanzas sostenibles. “No deben ver estos criterios como un reporte adicional, sino como una estrategia de negocio que les permitirá acceder al financiamiento del futuro”, afirmó.
Para el sector financiero, el mensaje fue igualmente claro: “Ustedes tienen el poder de orientar el capital. Son los arquitectos de esta transición”. Invitó a continuar innovando en productos, integrar riesgos y oportunidades ESG en todas las decisiones, y utilizar las taxonomías voluntarias como guías para impulsar inclusión y resiliencia climática.
Con un llamado urgente —“el momento de actuar es ahora”— cerró su participación, destacando que la sostenibilidad es, cada vez más, el camino hacia la prosperidad de Centroamérica y el Caribe.


