Los beneficios económicos de las políticas de cuidado para empleados con discapacidad

Nuevos datos publicados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) muestran que las políticas de cuidado y apoyo inclusivas para personas con discapacidad no solo mejoran la calidad de vida de los trabajadores, sino que también generan beneficios económicos concretos para las empresas. Según el estudio, estas medidas fortalecen la productividad, aumentan la retención del talento y mejoran el compromiso de los empleados.

Foto: ELEVATE / Pexels.

El informe, titulado “Cuidar para competir: Políticas y prácticas corporativas sobre atención y apoyo para empleados con discapacidad y empleados con personas a su cargo con discapacidad”, fue elaborado por la Red Mundial de Empresas y Discapacidad (GBDN) de la OIT y se presentó en vísperas del Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo. El documento se basa en el análisis de políticas corporativas exitosas implementadas por empresas líderes a nivel global y reafirma que invertir en servicios de atención no es solo una cuestión de responsabilidad social, sino también una estrategia empresarial rentable.

Entre las principales conclusiones, la OIT identifica seis prácticas comunes en las compañías más avanzadas: compromiso visible de la alta dirección; integración de la atención y el apoyo en las estrategias de sostenibilidad e inclusión; coordinación interdepartamental; establecimiento de estándares globales con flexibilidad local; y una implementación coherente en todos los mercados. Estas políticas, según el informe, tienen un impacto directo en la satisfacción laboral y en la productividad de los empleados con discapacidad o con familiares a su cargo.

Sin embargo, el documento también advierte sobre desafíos persistentes, como la aplicación desigual de las políticas según la región y la falta de comunicación interna. Muchos trabajadores desconocen los beneficios y apoyos disponibles, especialmente los de carácter financiero, lo que limita su alcance y efectividad.

La OIT recomienda que las empresas adopten un enfoque estratégico hacia las políticas de cuidado, tratándolas como inversiones que fortalecen la competitividad y la sostenibilidad. Propone además incluir activamente a las personas con discapacidad y a los cuidadores en el diseño y revisión de las políticas, establecer procedimientos gerenciales claros para su aplicación, y realizar auditorías periódicas para reducir prejuicios y promover un liderazgo inclusivo.

El informe se enmarca en la reciente Resolución de 2024 de la OIT sobre trabajo decente y economía del cuidado, que insta a los gobiernos y empresas a ampliar los servicios de asistencia y apoyo para personas con discapacidad, promoviendo su autonomía, independencia y acceso equitativo al empleo.

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