Nescafé, la marca de café más grande de Nestlé, logró en 2024 como avance en su estrategia de sostenibilidad que el 32% del café que comercializa ya provenga de agricultores que implementan prácticas de agricultura regenerativa. La cifra supera la meta del 20% fijada para 2025 y refleja una adopción creciente de estas técnicas entre los productores, según el Nescafé Plan 2030 Progress Report publicado recientemente.

La agricultura regenerativa —que incluye prácticas como la fertilización optimizada, cobertura del suelo, acolchado y compostaje— busca no solo mejorar la productividad y reducir los costos para los agricultores, sino también disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). En 2024, los productores participantes en el Plan lograron reducir entre un 20% y un 40% las emisiones de GEI por kilo de café verde.
“Esta tercera edición del informe muestra que los agricultores están cada vez más convencidos de los beneficios de estas prácticas, lo que se evidencia en su mayor adopción. Esto nos impulsa a seguir trabajando con nuestros socios, proveedores y productores en las regiones cafetaleras”, señaló Axel Touzet, responsable global de las marcas de café de Nestlé.
La agricultura regenerativa se consolida así como una respuesta integral a los desafíos del cambio climático que impactan de lleno al sector cafetalero. En el último año, diversos países productores enfrentaron condiciones climáticas adversas que afectaron las cosechas, redujeron la disponibilidad global de café y elevaron los precios internacionales a niveles récord. En este contexto, fortalecer la resiliencia de la cadena de suministro se vuelve una prioridad urgente.
Durante 2024, el Nescafé Plan también distribuyó 21 millones de plantines para renovar cafetales envejecidos y adaptarlos mejor al clima. La iniciativa abarca más de 400.000 hectáreas y cuenta con el apoyo de más de 1.400 técnicos de campo y agrónomos que capacitaron a más de 200.000 agricultores en 16 países en técnicas regenerativas.
Además, Nescafé destacó la labor conjunta con dos de sus aliados estratégicos: la agencia alemana GIZ y la organización TechnoServe. Con GIZ, a través del proyecto Coffee++, se fortalecen las capacidades empresariales de los productores, ayudándolos a tomar decisiones informadas sobre variedades, inversiones y diversificación. Por su parte, TechnoServe presentó un estudio que demuestra que la agricultura regenerativa no solo mejora el ambiente, sino también los ingresos de los productores. La investigación estima que una inversión anual de entre 500 y 600 millones de dólares en estas prácticas podría generar retornos por más de 2.000 millones en ingresos adicionales para los agricultores, hasta 2.600 millones en exportaciones de café y una reducción de hasta 3,5 millones de toneladas de CO₂e.
“Ahora contamos con evidencia clara de que la agricultura regenerativa es clave tanto para la sostenibilidad del planeta como para el bienestar económico de los caficultores”, afirmó Paul Stewart, director global de café en TechnoServe. “Esperamos que esto motive una mayor inversión por parte de gobiernos y empresas para escalar esta transformación a nivel mundial”.