Se trata del Grupo de Trabajo sobre Desigualdad y Divulgaciones Financieras Relacionadas con lo Social (TISFD), el cual pretende desarrollar un marco para que empresas e instituciones financieras integren en sus reportes públicos información más detallada sobre los impactos y riesgos derivados de cuestiones sociales, entre ellas, la desigualdad.

Foto: Arunma Oteh, Peter Bakker, Sharan Burrow y Gabriela Ramos.
Este nuevo esfuerzo global cuenta con el apoyo de más de un centenar de organizaciones que abarcan sectores tan diversos como el financiero, empresarial, laboral y de la sociedad civil. La iniciativa se propone crear un conjunto de estándares que permita a las empresas divulgar mejor cómo sus actividades afectan y dependen de factores sociales. Será liderada por figuras destacadas como Peter Bakker, presidente del WBCSD; Sharan Burrow, ex secretaria general de la Confederación Sindical Internacional (ITUC); Arunma Oteh, académica de la Universidad de Oxford; y Gabriela Ramos, Subdirectora General de la UNESCO.
La creación del TISFD responde a una tendencia cada vez más evidente: la relación entre la desigualdad y los riesgos financieros. Peter Bakker subrayó que, al igual que la divulgación de información relacionada con el cambio climático ha modificado las prácticas financieras, ahora es el turno de la desigualdad de ser considerada como un riesgo clave en la toma de decisiones empresariales. “El acceso a información de calidad sobre los efectos de la desigualdad permitirá gestionar mejor los riesgos sociales“, afirmó Bakker, haciendo un paralelismo con el rol de las divulgaciones climáticas.
Otros miembros del grupo de trabajo también destacaron la importancia de esta nueva iniciativa. Arunma Oteh, ex Tesorera del Banco Mundial, destacó que, al tratar la desigualdad como una prioridad, tanto el sector público como el privado pueden comenzar a abordarla de manera efectiva. “El TISFD no solo busca establecer estándares universales para garantizar una mayor transparencia, sino que también pretende redefinir cómo se informan los riesgos sociales“, explicó Oteh.
Por su parte, Gabriela Ramos de la UNESCO advirtió que las profundas desigualdades que persisten en muchos países están impidiendo que las sociedades enfrenten adecuadamente otros desafíos globales, como la crisis climática y las transiciones tecnológicas. Para Ramos, las divulgaciones sobre desigualdad deben tener un papel protagónico en la información financiera, dada su interacción con otros riesgos de carácter global.
Sharan Burrow, reconocida por su trayectoria en el ámbito sindical, consideró que este nuevo grupo de trabajo tiene el potencial de impulsar una transformación hacia una economía más justa, donde se otorgue mayor importancia a los derechos humanos de los trabajadores y las comunidades afectadas por las actividades empresariales. Según Burrow, el TISFD podría ayudar a que las empresas centren su atención en las personas en el contexto de una transición hacia una economía más verde y equitativa.
A medida que el Grupo de Trabajo avance en su misión, se espera que desarrolle un marco de divulgación que pueda ser adoptado por empresas y entidades financieras en todo el mundo. Dicho marco buscará alinearse con los estándares internacionales de conducta empresarial y los requisitos de reporte existentes, lo que permitirá a los actores del mercado mitigar los riesgos asociados a la desigualdad social, al tiempo que se abren oportunidades para construir economías más robustas y equitativas.